Camembert al horno con melocotón y tomates

Dicen que ya casi no leemos pero ¡venga! seamos sinceros, con la de tonterías que se escriben, no parece que tengamos muchos alicientes para interesarnos por la prensa escrita. Un buen libro es otra cosa. Porque, en serio, es tremendo la de trolas que nos meten con embudo y ya de las manipulaciones ni hablamos. Madre mía cuantas barrabasadas se escriben a diario. 

A ver, yo ya no leo casi prensa escrita porque son muy pocos los medios que me dejan leer sin pagar. Cosa por la que no estoy por la labor. Pagas a uno y es como suscribirte a una secta porque ciertos medios solo blanquean a los suyos y hacen periodismo de investigación contra los "otros". Así que no voy a pagar para coger informaciones con pinzas. Ni loca.
Mira, sigo unas cuentas que revientan el clickbait -los links cebo que mienten más que cuentan- y es alucinante el morro que le echan. Todo un articulazo de seis párrafos para no contar nada de lo que prometían. O cuantos artículos hay por la red donde profesionales del ramo, es decir, periodismo con su título en la pared del salón de los papis, se explayan contando bobadas a partir de tuit o un tiktok... qué sí, que yo también lo hago pero cachis, yo no soy periodista ni me pagan por mi verborrea.

Y hablando de artículines simplones a partir de un tiktok: No pongo el link porque paso de promocionar a lo tonto, pero acabo de leer uno que habla sobre "la Gen Z no tiene problemas para comprar en Amazon, pero en una carnicería sí". Te pongo en contexto:  una tiktoker maña de 24 años que se dedica a grabar todo lo que hace al día menos -gracias a dios- cuando va al baño a desalojar, fue a una carnicería en un mercado y casi le da algo de la vergüenza. Parece que sus seguidores se sintieron super identificados y se pusieron a compartir momentos de requete bochorno en la pescadería o la charcutería o en el ultramarinos.
La tiktoker en cuestión, que tiene más de 20.000 mil reproducciones por semejante absurdez,  titulaba el vídeo con un "Mi mayor miedo como semiadulta: no saber comprar en una carnicería" ha logrado que un redactor le dedique un artículo de ocho párrafos escandalizando por los miedos de los G-Zetas.

A ver, de entrada no he podido evitar rememorar aquellos tiempo cuando yo andaba por el mundo tiernecilla y la de veces que mi madre me regañó porque me habían cobrado mal, el jamón york estaba reseco o los filetes mal cortados. Y por aquello de la vergüenza, yo prefería la bronca materna antes de quedar en evidencia en público. La falta de experiencia es lo que tiene. Hasta ahí el "drama" es comprensible.

Pero en lo que nadie ha recaído y menos este redactor afincado en Babia, es que esta muchacha se define como "medioadulta" con 24 añazos. No-me-jorobes. Y todos tan contentos. Pero ¡qué nos pasa! qué es una mujer hecha y derecha ¡no me fastidies! qué eso de medioadulto no-existe. Repito: no-existe. Qué no es una adolescente. Qué no. Y por ahí no paso. Que los padres les traten como a criaturas eso es cosa de cada casa pero la sociedad bajo ningún concepto debería infantilizar a toda una generación de jóvenes con la que está cayendo. A ver, qué el mundo se va a la mierda. Por favor, que alguien les ate a un sillón delante de un telediario que estos medioadultos votan. ¡Y a saber a quién!
Ingredientes:

  • 1 queso camembert
  • Un puñado de piñones
  • 1-2 melocotones maduros (yo me he quedado corta)
  • 1 dta. de miel 
  • Un puñado de tomates cherry
  • hierbas: orégano, tomillo fresco y cebollino fresco
  • pimienta
  • crema de balsámico
  • aceite de oliva

Preparación:
  1. En una fuente de horno, hornea el queso unos 10 minutos a 180ºC.
  2. Mientras, en una sartén, saltea brevemente los piñones con unas gotas de aceite de oliva. Reserva.
  3. En la misma sartén, carameliza el melocotón pelado y cortado en menudo con una cdta. de miel. Reserva.
  4. Saca el queso, y le das un corte en cruz en la corteza que levantarás con cuidado de no quemarte. Coloca el melocotón caramelizado, la mitad de los piñones y un poco de orégano. Vuelve a meterlo al horno unos 15 minutos hasta que veas que coge colorcito.
  5. Cuando lo saques del horno, añade por encima los tomates cherry partidos en cuatro mitades, el resto de piñones, las hierbas frescas, un poco de pimienta y un chorro de crema de balsámico y de aceite de oliva.


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