Lasaña de pollo y champiñones

No sé si conoces a Jonatan Armengol y a Calo, un duo maravilloso que nos ha robado el corazón a un montonazo de gente en redes. Resulta que Jonatan  es ciego y su perro guía Calo, es su compi de aventuras cotidianas, de esas que como vidente uno no termina de ser consciente del todo, porque las barreras a las que deben enfrentarse a diario son de suma y sigue. Y no pares de contar.

Y es que creo que no reparamos en cientos de detalles que de puro cotidiano pasamos por alto sin comprender que estamos rodeados de escollos a veces insalvables para muchas personas. 

Este último verano conocí a Theresia , una amiga de mis nuevos vecinos con quien me turné para cuidar del gato mientras estuvieron de vacaciones. Es ciega de nacimiento, se casó y fue mamá bien jovencita -al igual que yo- y nos hizo gracia descubrir el paralelismo en buena parte de nuestras vidas: la misma edad, fuimos mamás por primera vez el mismo año y le encanta cantar y tocar la guitarra. Yo la guitarra la aparqué poco después de nacer Álvaro porque las tenosinovitis me estuvieron haciendo la cusqui mil años pero esta es otra historia. 
El caso es que hemos hablado muchísimo y he comprendido que desde su casa a la nuestra, tiene que dar un rodeo porque no todos los semáforos tienen el panel para invidentes. También he cogido la costumbre de mirar las marcas en el suelo de los cruces y con horror veo que en muchas calles aún no las hay; y donde sí, no se diferencia en absoluto si el cruce es un paso de peatón con o sin semáforo. Y mil cosas más, en una ciudad pequeña donde no hay muchos transeúntes a los que acudir en caso de necesidad. 

Ella no tiene perro guía así que cuando tiene que hacer un recorrido nuevo lo hace acompañada y se aprende los obstáculos de memoria. Y claro, la admiré hasta el infinito; yo, que tropiezo hasta con mi sombra y con esa mala cabeza mía que hace que lo olvide todo al momento. Cuánta admiración.
Y volviendo a Calo, es que me tiene loca. Qué cosa tan bonita y tan responsable. Qué hermosa relación la que tienen entre ellos. En los comentarios de un post, alguien preguntó a Jonatan que será de Calo cuando se jubile. Explicó los escenarios posibles: el ideal, es que se quede con algún familiar o amigo cercano para que la relación entre ellos no se quiebre. No es recomendable quedárselo cuando entra en la casa un nuevo perro guía porque se sentiría desplazado y le comería la tristeza. Solo cuando no hay otra solución, se les busca una nueva casa pero no será el caso de Calo, porque sus dos antecesores disfrutan juntos de su jubilación en casa de sus suegros y están deseando hacerse cargo de él.

La vida es más bonita con ángeles como Calo. 

Ingredientes:
  • 400gr. de champiñones
  • 2 dientes de ajo
  • Salsa worcester
  • Sal y pimienta
  • 3 pechugas de pollo
  • 2 cdas de salsa de tomate casera
  • Un buen chorro de vino blanco
  • 1 paquete de láminas para lasaña
  • cebollino o perejil picado
  • queso rallado para gratinar
  • un poquito de pan rallado (ver notas)
  • queso mozarella
Para la falsa bechamel:
  • 250ml. de leche
  • 300ml. de nata
  • 200gr. de queso de untar
  • 2-4 cdas. de queso parmesano a tu gusto
  • Un poquito de mantequilla
  • 2 cdas. colmadas de Maicena
  • de 100ml. a 200ml. de agua (ver notas)
  • ajo y cebolla en polvo (ver notas)
  • hierbas provenzales
  • sal (si hiciera falta)
Notas:
  • La pasta de lasaña es de las que no necesita pre-cocerse así que hay que hidratar un poco más la bechamel. A nosotros nos gusta la lasaña cuajada pero cremosa por lo que le usé 150ml. de agua. Si la deseas más líquida la salsa usa 200ml. de agua. Si has cocido la pasta, usa de75-100ml. de agua de la cocción.
  • Nos gusta la lasaña muy gratinada así que uso un poquito de pan rallado para que quede más crujiente. Una vez formada la capa crujiente, añado trocitos de mozarella al final ( en los últimos 5 minutos finales) para que el queso quede más jugoso.
  • Uso ajo y cebolla en polvo para que la bechamel quede más suave de sabor y textura. 

Preparación:
  1. En una sartén con un poco de aceite, saltea los champiñones con el ajo machacado y salpimentado. Reserva.
  2. En la misma sartén, dora los filetes de pollo. Salpimienta, añade el tomate y el chorro de vino blanco. A fuego medio, deja que se consuma el líquido. Corta en trocitos. Reserva.
  3.  En un cazo, pon a calentar la leche y la nata. Reserva un poco de leche. Añade la mantequilla, el ajo, la cebolla y las hierbas provenzales .
  4. Bate la leche que hemos reservado junto con la Maicena y el queso crema. Cuando rompa a hervir lo que tenemos en el cazo, lo añades y sin dejar de mover, esperas a que espese y vuelva a hervir. Retira del fuego y añade el queso parmesano. Incorpora el agua templada teniendo en cuenta lo explicado en las notas. Sala si hiciera falta.
  5. Precalienta el horno a 180ºC (170ºC con aire).
  6. En un molde hermético o recipiente, coloca una capa de pasta. Añade una capa de bechamel y termina con otra capa de pollo y champiñón. Repite tres veces esta operación y termina con una capa de pasta que cubrirás con el resto de bechamel. 
  7. Pon un poco de queso para gratinar con un poquito de pan rallado. Hornea  40minutos. Con la capa superior bien dorada y crujiente, añade la mozarella en trocitos y deja que se derrita sobre la superficie (unos 5 minutos). Saca del horno y espera unos 5-10 minutos antes de cortar y servir. Sirve con un poco de cebollino o perejil fresco.

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