Tarta infantil de chocolate rellena de mermelada

Hace una semana larga que he regresado y aún ando pez, pez. Digo, requetepez y con el frío que aún no he encajado después de venir de los 27-30º que hemos disfrutado en Almería. Ya te contaré despacico nuestra aventura, capítulo a capítulo porque el viaje ha dado para mucho -sí, sí, tiembla que tengo carrete casi hasta navidad- y entre aventuras transmediterráneas con el coche que no quiso arrancar a 80 metros del ferry, exploraciones plataformarianas en el desierto de tabernas con un frasco de ajoblanco bajo el brazo y, sobre todo, sin miserias -paciencia, todo tiene su explicación- pasando por expediciones al cuervo y al puntón con un pulpo esperando en casa, hermanos reunidos, luna llena pasada por agua, lluvia de estrellas, un cántaro de leche en una mano y en la otra el número del santo primo que nos salvó de la desgracia on the road sin tener nosotros que ponernos a ello... en fin, que cuando te lo cuente todo pensarás que cómo es posible que nuestras dos semanas hayan dado tanto de sí. Pues a lo Benny Hill... corriendo de aquí y de allí  a lo tiri-tiri-tiriti-tiri-tiri-tín... así hemos estado día tras día y como el Sr. Hill, con la sonrisa perpetua. Eso sí, a nosotros no nos dio por perseguir minifaldas, gracias a dios. Y con el tiempo que hemos ahorrado en perseguir damiselas lo hemos aprovechado para disfrutar de preciosos amaneceres,  atardeceres, puestas de sol y salidas de luna... la madre natura, qué grande la tía, que cuando quiere se tira el rollo bien tira'o y nos regala estampas idílicas que nada tienen que envidiar a los folletos de las agencias de viajes con el típico eslogan de "ven al paraíso" ... Ahhhh, ni hablar, que para paisajes bucólicos mi pueblecico, que así las cosas yo no busco al Curro ni con el google maps...
Pero la vuelta.. me cachis! que fría. Llegamos a 0º y con toda la población visible moqueando tosiendo y estornudando. Mira, nos dio un repeluco del ocho. Inflados a equinacea estamos, a ver si conseguimos escurrir el bulto y que los virus y bacilos no tengan tiempo de echar sus garras en nuestros pobres huesitos que están traumados de tanto fresco. Me hubiera gustado sentarme a divagar sobre el otoño, que en dos semanas de ausencia ha desaparecido sin dejar rastro y las tiendas ya están con los adornos y dulces navideños... pero no he tenido tiempo. Tenía un cumpleaños muy importante que organizar. Mi pequeñajo ya es mayor. Con 5 uno ya no tiene el menor rastro de bebería que hasta en los andares ha cambiado y ahora marcha a granes zancadas, silbando alegremente y guiñando el ojo a diestro y siniestro... qué tío más grande eres Lucas! han sido 5 años maravillosos que no cambiaría por nada en el mundo.

Además, quiero aprovechar para invitar a todo el que quiera pasarse por la Fundación Entredos, en la calle Pontejos nº 4 de Madrid a la presentación del libro de mi amiga Elena Viajes que despertaron mis 5 sentidos, un libro en el que relata como su manera de ver y de entender el mundo, queda vitalmente marcada por las mujeres que ha ido conociendo a través de 5 países. Lo cotidiano, lo místico, lo mágico... lazos todos ellos que la han reforzado como mujer y han despertado en su cuerpo -y su alma- una nueva forma de relacionarse, amar y sentir. Si tienes tiempo, el evento será mañana miércoles a las 20:30 horas y habrá danza, rica comida, mujeres maravillosas y hombres apasionados... vaya, que habrá mucho mucho amor :-)


Ingredientes para el bizcocho:
  • 1 yogur natural de 125-150gr.
  • 3 huevos
  • 120gr. de mantequilla
  • 120gr. de azúcar
  • ralladura de naranja
  • extracto de vainilla
  • un chorrito de ron 
  • 2 cucharadas de cacao en polvo
  • 120-150gr. de chocolate (a gustos más o menos intenso)
  • 200gr. de harina (puede que admita un poco más)
  • 1 cucharadita de levadura química para hornear
  • una pizca de sal
  • mermelada de cerezas para rellenar

Para el almíbar:
  • 3-4 cucharadas de mermelada disuelta en el doble de agua hirviendo

Para la cobertura:
  • 200gr. de chocolate blanco
  • 400gr. de nata para montar (puede ser nata al 18%. Así queda más ligera)
  • chuches, bombones, perlas de chocolate, smarties... lo que más le guste a tu enano


Preparación:
  1. Calienta el horno a 180ºC. 
  2. Derrite el chocolate y la mantequilla al baño maría. Mientras bate en un bol los huevos, el azúcar, el yogur, la vainilla, la ralladura y el ron. Por otro lado, mezcla el harina, el cacao, la levadura y una pizca de sal. Cuando tengas la crema de chocolate y mantequilla derretida añádelo a la crema con los ingredientes anteriores. Cuida que no esté muy caliente ya que podría hacer que los huevos se cuajaran. Mezcla hasta que todo esté bien ligado y añade los ingredientes secos. 
  3. Engrasa un molde desmontable -a mi me gusta ponerle papel en la base para que sea más fácil de desmoldar- y vierte la masa. Hornea hasta que quede bien cuajado -pincha en el centro con un palillo que deberá de salir limpio, sin restos de masa-. Yo suelo bajar el horno a 170º después de 20 minutos de cocción para evitar que coja demasiado color. Deja que enfríe antes de desmoldar.
  4. Mientras se hace el bizcocho, derrite el chocolate blanco al baño maría y monta la nata con ayuda de un robot de cocina o unas varillas eléctricas. Cuando el chocolate esté fundido, pasa el recipiente del agua caliente a agua fría para quitarle un poco de calor. Templado, pero aún cremoso -lo vas moviendo- lo mezclas con la nata y lo reservas en el frigorífico.
  5. Ya en frío, corta el bizcocho por la mitad y lo colocas en la fuente o pie de tartas en que lo vayas a servir. Cola la primera mitad y cubre bien de almíbar. Yo suelo usar el disco de emplatar tartas para evitar que se pueda desmoronar. Extiende una capa de la mermelada. Para que sea más fácil, puedes hacer dos cosas: o bien calentar la mermelada para que esté más líquida y manejable o -lo que yo suelo hacer- es añadirle un chorrito de agua hirviendo. Coloca la otra mitad encima y vuelve a pincelar la superficie con el resto del almíbar. Deja que repose unos 15-20 minutos en la nevera o en un lugar fresco para que coja consistencia antes de añadirle la cobertura.
  6. Cubre la tarta con la crema y decórala como quieres. Ojo con los smarties o lacasitos ya que destiñen muy rápido.

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