Strudel de manzana (Apfelstrudel)
Mientras colgué el cartel de "me paro un ratico" hice muchas cosas en el blog. La más vistosa el cambio de decoración, claro, una nueva encuadernación siempre llama mucho la atención... pero la mayor parte del tiempo, lo pasé leyendo cada entrada, reclasificando las etiquetas para que el índice tuviera algo de sentido; poniendo foto allí donde no había o añadiendo nuevas que hicieran honor al plato... ejemplo de lo que digo es la sopa de chucrut y manzana, una sopa deliciosa que tenía unas fotos para caerse de la impresión. En aquellos tiempos compartía la cámara digital con Günter. Él la necesitaba en el laboratorio para ir documentando los ensayos así que mis recetas casi nunca tenían fotos con luz natural...
Otra receta que necesitaba urgentemente una foto, era el puchero. Al muy pobrín le publiqué sin estampa -andaba sin cámara- en aquellos primeros meses de blog cuándo vivía siempre con la cosilla de publicar rondando mis neuronas, con el seso comido pensando en cuantas cosas me gustaría que tuviera el blog y saboreando como una posesa otros blogs. Por entonces eramos menos, así que darte una vuelta por el barrio era más fácil de ajustar a los ratos libres de lo que es ahora -imposible! no lo logro-. Así que recuerdo que fueron meses de ver y leer muchas cosas que me inspiraron enormemente...
Esa actividad en la comunidad bloguera, en aquel momento, era más fuerte que atender las recetas. Necesitaba nutrirme de otros y deseaba aportar algo a cambio. En aquel entonces, cuando publicaba, me quedaba delante de la máquina esperando noticias... el primer comentario de cada receta era recibido con una emoción indescriptible. Lo había olvidado. Y ahora, que lo he recordado por fin, cada vez que publico me quedo un ratico merodeando y me emborracho de gusto saboreando el reencuentro con mis propias emociones...
Ya ves que el cambio, el parón, ha sido muy intenso y fructífero para mí. He cumplido mi deseo de tener el blog actualizado, sin polvo ni recetas rancias. He hecho un repaso sin querer al motor, al paso del tiempo y a lo mucho que me ha aportado hierbas y especias. He aprendido mucho y solo quiero que lo aprendido se aproveche. Es mi primer objetivo. Para quién llegue buscando una receta, quién nunca ha cocinado y se muere de ganas por experimentar, quién ya sabe mucho y busca inspiración o nuevas ideas... que la cadena del auténtico compartir crezca y crezca... Porque he crecido una barbaridad -sí, también en talla- desde mi propia experiencia y desde la ajena, porque el buen hacer de otros me ha aportado tanto como ponerme yo misma a hacer una masa o mejorar una textura... ellos -algunos, no todos- me han inspirado para mejorar mi propio repertorio... muchas bondades que gracias a dios compensan los puntos negativos de esta comunidad que, con mucha pena, veo que cada día se extienden más. Pero esta es otra historia, no quiero desviarme...
En fin, que son muchas cosas las hechas pero muchas aún por hacer, que la empresa es grande y el tiempo escaso, así que aún tengo bastantes recetas a las que sacarle el lustre. Una de ellas, es el strudel queso. Estaba hecho un asco. De hecho, la receta que entonces publiqué ya no la usaba desde hacia tiempo. La había mejorada porque tuve varias veces problemas con el relleno y la entrada no se había hecho eco de mis avances. La mejoré hace unos días. Actualicé la receta, las fotos.. todo, y al ver mi sección del Strudel, casi me autoasesino sin anestesia. No tenía el clásico. Pa'matarme.
Ingredientes para la masa de strudel:
Ingredientes para el relleno:
Preparación:
- 250gr. de harina
- una pizca de sal
- 2 cdas de aceite
- 1 cdita de vinagre de vino
- 125-150 ml. de agua templada
Ingredientes para el relleno:
- 4 manzanas
- 1 puñado de pasas remojadas en ron
- 2-3 cdas de azúcar moreno
- 2 cdas de pan rallado
- unas gotas de limón
- ralladura de limón
- 1 cdta de canela
- Algo de aceite y mantequilla derretida para pincelar
- azúcar glas para espolvorear
Preparación:
- Empezamos por la masa. Mezcla en un bol el harina y la sal con el agua templada. Añade el aceite, el vinagre y trabaja la masa hasta que quede una bola compacta. Transfiere a la encimera o mesa de trabajo. Maltrata la masa todo lo que puedas. Trátala con mucha rudeza y golpéala contra la mesa todo lo que te apetezca. Es una masa que necesita mucha elasticidad y contra más apaleada, mejor. Haz una bola, y cubre la masa con plástico de cocina o un trapo de cocina húmedo. Si la envuelves en plástico, mójate las manos con un par de gotas de aceite y acaricia la masa para que no se pegue el film plástico. Deja reposar la masa unas 2 horas.
- Mientras, pela las manzanas y las troceas. Añade las pasas y el resto de ingredientes. El pan rallado es muy importante, no lo suprimas. Lo que va a hacer es absorber los líquidos que suelte la manzana. Si esos líquidos se desbordan, mojaran la masa y la romperán.
- Calienta el horno a 200ºC.
- Extiende un trapo límpido sobre la encimera. Coge la masa, la extiendes un poco con el rodillo y la colocas encima del trapo. Vas cogiendo por los bordes de la masa y poco a poco la vas estirando. El proceso es sencillo si no corres mucho. Hay que hacerlo poco a poco para no romper la elasticidad de la masa. Hay quién pincela la masa de aceite o mantequilla derretida antes de estirar. Solo en el caso de que notes que la masa no te quedó muy elástica, solo entonces recurre a pincelar.
- Una vez estirada, coloca el relleno en uno de los extremos. Empuja para la primera doblez, la masa con ayuda del trapo que tenemos debajo. Retira el trapo y verás que ya tienes la primera vuelta de "tubería". Aquí mucha gente pincela de nuevo con mantequilla. Yo tampoco lo hago. Renuncio al pincelado entre capas y solo pincelo al final. Esto depende de cada cual.
- Sigues enrollando con ayuda del trapo hasta que veas que solo te queda una última vuelta. Entonces pliegas los extremos para centro y rulas el strudel por última vez. Coloca papel de hornear en la placa del horno y transfiere el strudel -sigue ayudándote con el trapo que es mucho más fácil de hacerlo sin que se rompa- y asegúrate que has dejado que el pliegue de la masa por debajo. Pincela -ahora sí- para que al hornearse queden bien crujiente. Una vez dorado, lo dejas enfriar y lo espolvoreas con azúcar glas.
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