Curry jamaicano con tamarindo y menudo curry que tienen

Tengo un libro maravilloso de hace mil siglos que compré por dos duros. Suena perfecto, eh? pues sí, a mi me chifla. La historia de cómo llegó a mí es larga y rebuscada así que no entro en detalles. Este libro se llama " El Caribe, un paseo culinario" editado por Könemann. La receta de hoy es una adaptación suya que llevo mucho tiempo con ganas de publicar y entre otros deleites que el ejemplar esconde, tengo que decir que me lo paso pipa leyéndolo. Primero porque habla de miles de frutas, condimentos, peces... cosas de las que nunca he oído hablar o cosas que nunca probé. Las fotos maravillosas cosa que hoy ya no nos asombra pero cuando el libro entró en mi casa fue algo tremendo. Cuantísimo lo disfruté...
El caso es que el libro hace un breve repaso por la historia y costumbres de las más importantes islas caribeñas porque hablar de las casi 7.000 que hay pues como que no daría para un libro sino para una enciclopedia mastodóntica. El caso es, que voy a hacerte un escueto resumen de lo que son y fueron los jamaicanos. Por lo que se cuenta, Unos cabezotas de mucho cuida'o. Cuándo llegó el Cristobalín sus sospechas se confirmaron: ese viaje era una misión santa. Santísima, pensaría el hombre porque no daba crédito a la belleza y la hermosura de lo que contemplaba. Eso tenía que ser el paraíso...
Pero el paraíso salió respondón y los conquistadores que gastaban muy mala leche se liaron a mamporros. Después llegaron los ingleses, los daneses, los franceses... y todos a mamporros. Pero a Jamaica, como que los franceses y los Daneses no se atrevieron. Quita, quita, que bastantes mamporros tenían ya. Porque en todo este sin vivir de mamporro va y mamporro viene muchos isleños caribeños se cansaron de andar guerreando pero los jamaicanos, no. Bueno, jamaicanos, jamaicanos, no del todo. Indios arahuacos, que mucho antes ya llegaron ellos desde el interior del continente repartiendo mamporros a los isleños primitivos. El caso es que ese mestizaje de isleños más arahuacos creó una raza de cabezotas indomables. Llamaban a la isla Xaymaca y el Don Colón que quiso continuar con su tradición de rebautizar las islas -había decidido llamarla san Jago- pues como si quieres arroz Catalina... Xaymaca, y si quieres me cambias el orden pero las letras ni me las tocas... y mira, hasta hoy...
Pero en medio llegaron los ingleses. También a mamporrazos. Los isleños se fueron a las montañas y allí no había quién los domara. Pasaba el tiempo y a la que llegaban más indomables desde África, camino de la esclavitud, aquellos que conseguían escapar o eran liberados se hacían rebeldes así que las comunidades de isleños rebeldes lejos de mermar, iban creciendo cada día más. En este sin vivir, los isleños fueron mutando. Eran cada vez más cabezotas. Cuando los ingleses los pillaban, los mandaban a Sierra Leona. Pero les daba igual, ellos indomables, erre que erre. Cuando los ingleses se cansaron y los dejaron por imposibles, los jamaicanos emigraron en masa a la Gran Bretaña, convirtiéndose en el primer gran movimiento migratorio de caribeños en la Royal Britis Island... porque donde las dan, ya ves, las toman...
Los ingleses, por supuesto, comercializaron de Jamaica todo lo que pudieron: el primer ron caribeño que se vendió en Inglaterra fue Jamaicano. Café, el Blue Mountain. Licores, especias, conservas... todo menos el charqui, un adobo o marinada para las carnes a la brasa que fue receta ultrasecreta durante siglos. No había manera de hacer que cantaran la lista de ingredientes. Distritos como el de Me No Se You No Come -nombre que viene a decir que uno no debe de meterse donde no le llaman-  habla por sí solo de la postura oficial de los isleños en cuanto a su charqui... así que el adobo se empezó a comercializar relativamente no hace mucho, cuando el hambre apretaba en la isla y muy a su pesar doblaron la rodilla y se dedicaron a la fabricación industrial de tan rico invento...
Este curry jamaicano que ves aquí tan majo y buenorro, originalmente estaría condimentado con curry y charqui. Pero yo el charqui ni olerlo y aunque tengo una receta de cómo hacerlo, sinceramente, no sé valorar si la receta es buena o no.. así que se me ocurrió hacerlo con tamarindo y aunque no sea lo ortodoxo puedo decir que está delicioso. Otro cambio importante que he tenido que apañar es la cabra. La receta original es con carne de cabra y como ya te estarás imaginando aquí ni de casualidad daría con una cabra que se dejara comer. Además, no dicen que de lo que se come se cría? pues acabáramos! ya lo que me faltaba!...


Ingredientes:

  • 1/2 kilo de carne sin grasa
  • 1 cebolla y dos chalotas (o 2 cebollas)
  • 1 pimiento
  • 3 dientes de ajo
  • un ramillete de perejil y tomillo fresco
  • 2 cucharaditas de pulpa de tamarindo
  • un poco de ají
  • 1 hoja de laurel
  • un trocito de jengibre fresco o media en polvo
  • 1 cucharadita de pimienta de Jamaica (o allspice para los ingleses, 4 especias para los franceses o Piment para los germanos)
  • 1 cucharada de curry (si puedes que sea jamaicano)
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 2 cucharadas de concentrado de tomate
  • un chorro generoso de ron
  • el zumo de una lima
  • un poco de salsa worcester
  • una lata de leche de coco (400ml)
  • sal
Para acompañar:
  • arroz blanco con frijoles o judías rojas.

Preparación:
  1. Corta la carne en trozos menudos o tiras. Haz una pasta más o menos fina -dependiendo de tu gusto- triturando juntos las cebollas, ajos, el pimiento, las hierbas, la pulpa de tamarindo, las especias -menos el laurel-, el zumo de lima, el ron y el concentrado de tomate. 
  2. Pon una olla a calentar con un poco de aceite. Saltea la carne con un poco de sal y cuando empiece a dorar añade un chorro de salsa worcester. Añade la pasta que acabamos de hacer, la leche de coco y el laurel. Deja cocer hasta que la carne esté tierna.
  3. Acompáñalo con un poco de arroz blanco o arroz con frijoles.

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