Pastel de ruibarbo con frambuesas

Que el título no te traiga a engaños. No, no estoy desganada. Para que yo pierda el apetito tendría que hacer budú... muy al contrario y sobre todo, muy a mi pesar, soy de ese tipo de personas que los nervios, las penas y las miserias de la vida se le agarran a los michelines. Y no por arte de magia como más de una persona humana ha intentado convencerme "uy, es que cuando me da la depresión engordo" .. y un cuerno! engorda lo que uno se mete entre pecho y espalda mientras tortura a su cerebro en los estados depresivos, deprimentes y desmolarizados.. ups, perdón... quería decir desmoralizados, porque desde luego, engordar sin tener molares eso es de nota. Es más, si un terrícola consigue engordar sin tener muelas con las que demoler tanta barrita energética creo que bien se merece esos michelines. Y digo más. En mi opinión, uno además de la lorza se tiene el cielo requete gana'o...

Y es que a la que escribo me han venido al recuerdo esos abuelicos de antes. Desdenta'os con sus boinicas y esas risas que se les escapaban muy a su pesar porque les daba vergüencilla que se les vieran las encías despobladas.. o no, porque también los había que se la traían al fresco y se reían hasta el punto de rotura abdominal mostrando un único ejemplar sin reparo alguno... y a qué venía esto? ni idea, se me ha olvidado. Se me fue el hilo pero te juro que tenía un plan par unir el ansia por la comida, con las dentaduras de los abuelos y este pastel...
Desde luego, cada día ando peor, así te lo digo. Va! da igual, yo quería hacerte pensar en esos abuelines de antaño, cuando no había tantos dentistas y los que había eran carisísimos y había que viajar para ir a sus consultas.... esos que perdían los dientes pero no el apetito y cuando veían un pastel, rico y dulce y sobre todo, blandito, se tiraban como posesos al majar y a la que te guiñaban un ojo te decían : "ja, y a mí no me van a doler los dientes como a ti"...

Y es que en aquella época cuando los niños comíamos dulces, se nos asustaba con eso de que o te van a doler o se te van a caer. Ahora te dicen eso de "niño, cuidadín que me vas a costar dos coronas, un puente y 5 empastes.. y ya no me quedan riñones que vender" ... ves? esa es otra. Lo de costar un riñón, todo un clásico pero en mi vida he conocido a nadie que se sacara unos cuartos vendiendo riñones propios.  Yo, a los que he conocido sin alguno, es porque la medicina se lo expropió sin más remedio pero ni de lejos he conocido a alguien que me pudiera aclarar el aspecto económico del dicho... desde luego, para mí lo que cuesta un riñón sigue siendo a día de hoy, un misterio sin resolver...

Ya, lo sé: ni nervios que engordan, ni viejetes sin piños ni vendedores de riñones.. Hoy desde luego he bordado el arte de chaspar a lo tonto, de llenar una entrada sin chicha que cortar. Pero para, no corras que si quieres hincar el diente a algo te traigo un pastel de ruibarbo. Y acompaña'o como tiene que ser porque lo suyo es hacerlo con algún fruto rojo y puesto que comparte temporada con las fresas pues con fresas... Ah, que no, que lo he hecho con frambuesas... qué quieres! me costó dios y ayuda hacerme con un kilo de fresas. El sábado no quedaba nada en todo Leoben y el kilo que me agencié cayó en la mermelada... así que para gastar el resto de pecas que tenía las apañé con unas frambuesas congeladas que frescas hasta el verano ni una...
Ea, pues no se hable más. Aquí te dejo este pastel que entra de maravilla -y sale no te digo como- porque el ruibarbo es la bomba de diurético, tiene muchísima fibra y sale como entró, como un bendito. Este tipo de masa costra, la cambié por esta hace no muchos meses. La encontré aquí, la probé y me dejó loca. Eso sí, es con Buttermilch y no te molestes en cortar la leche con limón que no funcionará. El truco de la Buttermilch está en las bacterias y ácidos que tiene tras el proceso de fermentación. Si no la puedes comprar, haz esta masa con yogur que es casi lo mismo, solo que el yogur se fermenta con leche y la Buttermilch con suero de mantequilla. Pero los bichitos sanadores de cuerpos y almas varias, esas bacterias, las comparten casi al igual...


Ingredientes para la masa:
  • 110-115gr. de mantequilla fría cortada en trocitos
  • una pizca de sal
  • 1-2 cucharadas de azúcar
  • 1y 1/4 tazas de harina 
  • 1 cucharadita rasa de polvos de hornear (ha sido por error pero vaya acierto)
  • 1/2 taza de suero de mantequilla (Buttermilch)
  • un poco más de suero y de azúcar para pincelar y espolvorear

Ingredientes para el relleno (sobró, todo hay que decirlo):
  • 4-5 pecas de ruibarbo dependiendo del tamaño
  • 400gr. de frambuesas 
  • 1/2 taza de zumo de naranja
  • 2 cucharadas de fécula de maíz (Maicena)
  • 2 cucharadas de harina de mandioca (yuca)
  • 1 taza de azúcar (los golosos tendrán que echar un poco más)
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • un pellizco de canela molida o un trocito en rama

Preparación:
  1. Corta las pencas y las fresas en trocitos. Las pones en una cazuela junto con el azúcar y las especias y las cueces un cuarto de hora. Disuelve en media taza de zumo la maicena con la harina de mandioca (es para que los jugos de la fruta no nos mojen el pastel.Así tendrás un relleno firme y jugoso). Lo añades a las fruta poco a poco hasta que espese. Baja el fuego al mínimo y deja que cueza un par de minutejos sin dejar de removerlo. Deja que temple.
  2. Enciende el horno a 180ºC. La masa, lo más fácil que hay: he puesto todos los ingredientes juntos en un bol -sin miramientos-, los amasé ligeramente. No lo amases demasiado para que no pierda ese toque rústico. 
  3. Forra un molde previamente engrasado con la masa. Lo rellenas y cierras el pastel con una capa de masa por encima. Haz un agujero en el centro para que respire el relleno. Pincela la superficie con un poco de Buttermilch y esparce azúcar por encima... y al horno. Deja que temple antes de comerla... si puedes.


Un mes después: el mismo pastel relleno de albaricoques con lima y jengibre

Te traigo un nuevo relleno. Lo he hecho con los primeros albaricoques de la temporada. Aún no son de la tierra, vienen del sur, de Italia pero este ha sido un pequeño adelanto para ir haciendo boca. Es un relleno ácido que es posible que así solo no logre convencer a todo el mundo. Los golosos creo que deberían acompañarlo con helado de vainilla... pero si te gustan los postres de fruta a lo salvaje, este es tu pastel...


  • Medio kilo de albaricoques
  • 1 lima
  • 1 ó 2 cucharadas de jengibre recién rallado
  • 6 cucharadas de azúcar moreno
  • 1 cucharadita de azúcar avainillada

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