Banana pudding cake con espuma de limón
Un momento dulce para abordar un par de amarguras. Antes de nada, decirte que cuando comencé esta iniciativa me prometí no entrar al detalle morboso y quedarme en una atmósfera más amable, tomar conciencia en positivo pensado en el bien común y no atacando la sensibilidad ajena con detalles trágicos, fotos cruentas o miserias cotidianas. Creí -y sigo creyendo- que centrarnos en pequeños hábitos que podemos y debemos modificar es un buen punto de partida para ir forjando nuestra pequeña revolución, la de una buena vida para todos, ni más ni menos, fomentar el equilibrio -o un atisbo de, que no es poco- tomando conciencia de lo que comemos y siempre en mente el esfuerzo humano y no las cifras...
Yo no creo en el veto al consumo. No creo que los problemas económicos de un sector o un país sean producidos por la competencia de otros. La deslealtad, bajo mi punto de vista, nace de la insolidaridad particular y de la ineptitud de los gobiernos, tema en el que no entro puesto que a buen entendedor sobran párrafos. Creo firmemente en el poder del consumidor. Si nos manipulan tanto, es porque nos hemos relajado al máximo. Estamos tan metidos en nuestros propios problemas que relativizamos el resto y preferimos no saber qué comemos porque si no nos moriríamos de hambre. Eso decimos pero de hambre te aseguro que no, tal vez de un cáncer prematuro causado por la cantidad de productos químicos y venenos que nos dejamos meter en el cuerpo pero ni de hambre ni de pena moriremos. Nosotros estamos a salvo...
Actualmente en el mundo existen más o menos 500 variedades de bananos. Los hay de color amarillo, verdoso, amarillo verdoso, amarillo rojizo y hasta rojo. Por supuesto, amarillo con pintas negras, como el plátano de Canarias que no es en sí una variedad sino una marca gestionada por la Asociación de Productores de Plátano de Canarias, ASPROCAN que es, y cito textualmente "un ente colegiado de naturaleza privada para coordinar y armonizar las actuaciones de sus miembros con el fin de optimizar el resultado de sus actuaciones para el bien general del sector del Plátano" . Yo no entro en calidades ni categoría, ni si es mejor o peor ni animo a que se consuma o se deje de consumir. Yo no hago campaña al consumo sino de conciencia. Me duele enormemente que se me haya tachado de no pensar en lo mal que lo pasan los agricultores canarios porque el plátano latinoamericano les ha comido mercado. También se me ha llamado "ignorante" por usar el término banana, compleja explicación que no merece la pena contar, tan solo apuntillar que según la RAE, banana y plátano es lo mismo. Es el mismo fruto y no identifica variedades o procedencias. Es una simple cuestión lingüistica, nada más. Uso el término banana porque me parece más global, que aúna más -o eso creía- pero cómo imaginar que iba a levantar yagas...
No quiero parecer insensible a los problemas locales de Canarias o de cualquier otra región española. Entre otras cosas, porque no lo soy. Me he sumado y participado en otras acciones de productos "castigados" injustamente y además, creo que no debo defenderme al respecto, mis actos hablan por mí y quién me quiera criticar que acuda a ellos y no a la ciencia infusa. Simplemente, opino que la problemática del sector en Canarias no es comparable a la lucha que otros países tienen que lidiar con el hambre, la injusticia y la muerte pisando los talones. En Canarias que yo sepa no se obliga a trabajar a críos por una miseria, ni los capataces violan a las trabajadoras con total impunidad. Tampoco se paga un centavo de dolar por caja de banano a militares, paramilitares, guerrilleros o a la triple alianza para que acribillen a los sindicalistas -lideres y afiliados indistintamente- ni se deja salir de rositas a la Dolle, del Monte y Chiquita - esta última condenada a pagar una multa en USA que se han embolsado los norteamericanos y parece que no tienen intención de donarlo al fondo colombiano de reparación y restitución de tierras -. La única vía abierta a día de hoy, después de haber perdido la batalla legal, es una acción casi particular promovida por una serie de organismos privados y el parlamento europeo que exigen a las bananeras a pagar 3 centavos por caja exportada a Europa. Aún así , se teme que finalmente todo termine en papel mojado...
Creo que con lo dicho todos nos hacemos amplia idea de lo que estamos hablando. Así que, con tu permiso, zanjo el tema del plátano de Canarias porque creo que está en otra órbita. Albergué la idea de que se pudiera hablar del sector canario como un ejemplo a seguir, un referente esperanzador los cuales podrían entender mejor que nadie las calamidades de un sector que se ceba con los más desfavorecidos. Porque si la situación es mala en Latinoamércia, en África y Ásia es agónica. Violencia, crueldad, esclavitud... ea, que no, comprende que no es lo mismo. Así que lo siento, pero a partir de ahora no contesto ni un mail más ni un comentario más explicando que yo no ataco al de Canarias ni que promuevo dejar de consumirlo...
Esta es una iniciativa libre que no compromete a nadie ni levanta el dedo contra nadie, salvo a los canallas de siempre que matan y maltratan a los que las pasan canutas. Yo sueño con un mundo con comodidades para todos, con niños que solo se preocupen por jugar e ir a la escuela. Por enfermos atendidos y que nadie más tenga que morir o parir en la cuneta de un camino. Yo creo que si logramos el cambio en nuestra conciencia y conseguimos aplicarlo a nuestra vida, la luz quedará encendida. Si al encender ésta, otras se me apagan, pues que le vamos a hacer, no voy a dejar de decir lo que pienso por temor a herir susceptibilidades ajenas que, además, no vienen al caso...
Ingredientes para la base:
Ingredientes para la crema de plátano:
Ingredientes para la espuma:
Preparación:
- 200gr. de harina repostera
- 50gr. de harina integral
- 110gr. de mantequilla
- 1 huevo
- una cucharada de leche
- 2 cucharadas de azúcar
- ralladura de limón
- un poco de vainilla
Ingredientes para la crema de plátano:
- 500ml. de leche de coco
- el zumo y la ralladura de un limón
- 3 plátanos maduros
- 2 yemas de huevo (si los huevos son pequeños usar 3)
- 3 cucharadas de fécula de yuca (se puede usar maicena)
- 4 cucharadas de azúcar moreno
- un poco de vainilla
Ingredientes para la espuma:
- 2 claras de huevo (si los huevos son pequeños usar 3)
- 4-5 cucharadas de azúcar glas
- el zumo y la ralladura de un limón
- 250ml. de nata montada
Preparación:
- En un bol, mezclar el harina, el azúcar y la ralladura. Añadir la mantequilla cortada en dados menudos y desmenuzar con las manos hasta que toda la harina esté hecha "migas". Añadir el huevo, la cucharada de leche y la vainilla. Trabajar la masa hasta que esté completamente lisa y uniforme. Dejar que descanse en el frigorífico unos 30 minutos.
- Precalienta el horno a 180ºC.
- Engrasa un molde de unos 22cm. y fórralo con masa. Hornea unos 20-30 minutos hasta que esté dorada la superficie. Para que no haga bolsas de aire, pon un poco de papel de hornear encima y cubre la base con unos garbanzos que evitaran las burbujas. Una vez horneado, lo retiras y verás que la corteza queda completamente lisa.
- Mientras nos ponemos con el pudding. Pon en un cazo la mitad de la leche de coco, el zumo de limón, la ralladura y el azúcar. Con la ayuda de unas varillas, mezcla la otra mitad de la leche de coco con las yemas y la fécula (de yuca o de maíz como mejor te venga). Añade la vainilla. Cuando lo que tenemos en el cazo rompa a hervir, vas añadiendo esta mezcla poco a poco sin dejar de remover en ningún momento. Cuando espese, deja que cueza un par de minutos para que se desarrolle por completo la crema siempre sin dejar de mover.
- Una vez separado del fuego, acelera el enfriamiento de la crema poniendo agua helada en el fregadero y sumergiendo el cazo siempre cuidando que no entre agua dentro. Continua removiendo para que la crema no haga grumos ni costra. Pásalo a otro recipiente, cúbrelo con film de plástico -que toque la crema para que no haga costra- y lo dejas enfriar en el frigorífico.
- Para la espuma necesitarás de unas varillas eléctricas para conseguir el punto ideal ya que montar las claras es muy costoso a mano. Montas la nata y la reservas.
- En otro bol, montas las claras a punto de nieve con las varillas y una vez que están firmes, añades el zumo de limón poco a poco y siempre sin dejar de batir. Por último, añades la ralladura y el azúcar cucharada a cucharada. Con una espátula y con movimientos muy suaves, mezclamos esta espuma con la nata montada. Nunca removiendo en círculos, muy suaves siempre de arriba abajo para que no pierda el aire que le dará esa textura esponjosa. Resérvala en el frigorífico.
- consume local...compra más en fruterías y pequeños establecimientos evitando las grandes cadenas que están hundiendo los precios en origen.
- cuando tu bolsillo te lo permita, compra productos de precio justo... si no puedes siempre, ayuda de vez en cuando con pequeñas compras.
- piensa que ciertos productos bio no son ni mejores ni peores para tu salud pero sí lo son para quienes los trabajan.
- si los gobiernos y organizaciones internacionales no miran por el bienestar de la personas, hazlo tú... no los condenes al olvido.
- deseo una vida más justa y más sana, como la mía... ojalá algún día, todo el mundo tenga lo que yo tengo.... ni más ni menos.
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