Tarta de mascarpone y chocolate blanco con cumpleaños incluido

Ayer fue el cumpleaños de mi Günter y hubo tarta como es lógico. Cuando era chica, en casa siempre había tarta, hubiera fiesta o no, estuviéramos todos o solo dos. Daba igual. Y como eramos tantos, pues lo típico era celebrar los cumpleaños de dos en dos. Juanpe y Luisfer se llevaban dos años y dos días así que sus cumpleaños siempre fueron juntos; nunca me he aclarado quién cumplía el 18 y quién el 20 porque en mi recuerdo siempre cumplían al tiempo. Mi hermano David y mi hijo Álvaro en el mismo día (13 años y 13 horas) y yo una semana después así que fiesta con tartas a mogollón porque al homenajeado nunca le ha faltado su propio pastel. Y mi hermano Jesús, el pobre, nació en plena cuesta de enero así que su cumpleaños siempre fue el más silencioso de todos... lo siento, tronquito, así es la vida. Y sino, haberte pedido ser hijo único y no el mayor de 5...
Veo que sigo con mi rollo de hacer números; que raro porque se me dan fatal... de hecho, mira tú lo que es la vida, descubrí hace muchos años que soy disléxica. En aquel entonces, no existían esas cosas. Los niños solo nos hacíamos brechas y nos rompíamos los huesos. Pero no había problemas "metafísicos". En el colegio el argumento de siempre fue: la niña es lista pero no le da la gana poner atención en las cosas... y yo, como es lógico, me lo creí. A ver, cuando los mayores lo decían sería por algo. Así que siempre pensé que era vaga. Hasta que en 7º de EGB mi tutora, la Srta. Mari Carmen, la mujer más linda del mundo entero, no se lo creyó. Nos cogió a mi y a otras dos y le dijo al Manolito (al de matemáticas): Manolo, hay que hacer algo con estas niñas. Noto que quieren pero les falta base. En mi caso, la falta de base resultó ser que no reconocía algunas letras, y que los números eran para mis entendederas, ciencia ficción. Como todas las soluciones de entonces, el tratamiento fue de lo más económico: me pusieron a leer muchísimo y me enseñaron a comprender las palabras (gracias, gracias, gracias Srta. Mari Carmen) y el Manolito me enseñó a hacer reglas nemotecnias (gracias, gracias, gracias Don Manuel)... gracias a ellos, me he convertido en una adicta de las letras y soy capaz de recordar mi DNI o mi clave del banco con reglas, algunas, la mar de graciosas. Mi número de móvil, por ejemplo, es "fácil-Miguel-F-la cagué" toma! ahí queda...
En fin, que a la que escribía esto me he acordado del gafotas, Manolito García Moreno, que ya no recuerdo en cual de sus libros (en cómo molo? no se, no me acuerdo) decía que menos mal que él era del barrio de Carabanchel que le habían dicho que en Madrid había barrios muy finos donde a los niños, si se les pegaba collejas, tenían que ir al psicólogo para siempre. Él como era de Carabanchel Alto, se libraba del psicólogo pero no de las collejas que su madre era una experta profesional... pues eso es lo que me pasó a mi; que me libré del psicólogo porque en aquella época no había ninguno en Madrid y además, bastante tenían mis padres con sacar a los 5 adelante como para andar con rollos raros. Seguro, que si llego a nacer en otro país más civilizado, hubiera terminado con cita obligada dos veces por semana aunque tampoco descarto como probable, que en un país más civilizado donde mi madre hubieran podido usar anticonceptivos, digo que es posible, yo no sería yo y solo sería una célula madre más metida en uno de los miles de frascos de cualquier laboratorio suizo.
Para bien o para mal, yo soy yo y Günter es mi chico. Así que le hice una tarta a su gusto: con crema de queso fresco y con sabor a frutas: una tarta con crema de mascarpone y chocolate blanco cubierta por una jugosa capa de mango y naranjas (usé de sangre y por eso tiene ese color tan flamboyante). La base, es de bizcocho. No me apetecía ni hacerla de galleta ni de masa quebrada. Me apetecía que fuera más ligera así que adapté (o tuneé no se como llamar a estos inventos) el bizcochuelo de la receta de Lola en la cocina de su tarta de naranja que, por cierto, la preparé en mi cumpleaños y nos chifló. Tanto, que me he acordado de ese toque a almendras del bizcocho... y hala, el resultado, aquí te lo dejo antes de que se me olvide...
Ingredientes para el bizcocho:
Ingredientes para la crema mascarpone:
Ingredientes para la cobertura de fruta:
Preparación:
Primero hacemos la base de bizcocho.Pon a calentar el horno a 200-220ºC. Monta las claras de los huevos a punto de nieve y reservarlas. En otro bol, pon las yemas de huevo con el agua, el azúcar, la ralladura y la vainilla. Bate bien con unas varillas hasta que esté bien cremoso. Añade el aceite y sigue batiendo. Cuando este la crema esponjosa añade el resto de ingredientes secos (las harinas, la levadura y las almendras molidas). Mezcla bien una vez que tengas la masa compacta. Añade las claras montadas y liga moviendo la masa con suavidad y dejando que "le entre aire" (es decir, vas mezclando metiendo y sacando la cuchara suavemente y dejando que "respire" la crema para que no pierda esponjosidad). Ahora necesitas un molde (da igual la forma) o bien de 2 piezas o un aro para tartas (este usé yo). Con el aro, pon un papel enmantequillado sobre una placa de horno. Unta de mantequilla también los bordes y colócala en el centro. Si usas molde de dos piezas unta bien de mantequilla por todas partes. Extiende la masa por el molde intentando que quede lo más lisa y uniforme posible. Hornea unos 5 minutos o bien hasta que empiece a dorarse por encima. Saca del horno y ponlo a enfriar.
Ahora nos ponemos con la crema. Derrite el chocolate blanco al baño maría con la mitad de la leche de coco. Con la otra mitad, mezclamos la yema de huevo y la gelatina en polvo. Si es el láminas sigue las instrucciones del paquete y añádelo también a esta mezcla. Bate hasta que quede completamente lisa la crema y añádelo al chocolate derretido. Mezcla bien y bate suave la crema unos 3-5 minutos. Sumerge el cazo de la crema de chocolate en una cacerola con agua fría y cubitos de hielo para que se enfríe. Mientras (con el hielo no va a tardar mucho en enfriarse) ve removiendo para evitar la formación de grumos. Si esto te pasa, por el motivo que sea, usa la batidora eléctrica para dejarla suave de nuevo... Ahora, monta la clara a punto de nieve y reserva. Monta la nata y reserva también. Con ayuda de las varillas, mezcla la crema de choco con el queso mascarpone. Una vez lista la crema, añade la nata montada y la clara a punto de nieve moviendo con suavidad y dejando, de nuevo, que la crema respire (lo que te dije antes, vas mezclando metiendo y sacando la cuchara suavemente).
Y por último, la cobertura de frutas. Pela y trocea el mago. Lo pones en una sartén junto con el azúcar y lo salteas brevemente. Añade el zumo de las naranjas y deja un par de minutos que cueza para que se ablande la fruta. Tritura todos los ingredientes (no te olvides de la gelatina y el agua) y obtendrás un puré relativamente espeso (de momento, nada del otro jueves). Mientras enfría, vas moviendo el puré con frecuencia porque solidifica rápido...
Ahora, a montar la tarta. Si lo vas a hacer en molde de dos piezas habrás dejado el bizcocho en la propia base del molde. Lava el aro para evitar cualquier resto del bizcocho y vuelve a ponerlo. Si es con aro, despega el bizcocho del papel y prepara el plato, fuente de tarta o blonda donde quieras ponerlo. Pon el aro limpio en medio y mete el bizcocho. Reajusta la medida que quede bien apretado y empezamos. Lo primero, si quieres que el bizcocho quede mojado, puedes pincelarlo con zumo de naranja aunque yo no lo hice ya que nos gusta el contraste de texturas. Pon la crema de mascarpone encima, alisa y nivela bien. Y por último la cobertura de frutas. Igual, alisa todo lo que puedas... deja enfriar mínimo 3 horas. Para desmoldar, coge un cuchillo repostero o de hoja afilada y lisa, Mójalo en agua y pásalo con cuidado por todo el borde del aro. Levanta y bravo! feliz cumpleaños Gü!
- 3 huevos
- 2 cucharadas de agua
- 3 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de almendras molidas
- 2 cucharadas de harina
- 1-2 cucharadas de maicena
- 1/2 cucharadita de levadura
- 2 cucharadas de aceite suave (de nueves, girasol, semillas...)
- un poco de ralladura de naranja
- extracto de vainilla o azúcar avainillada
- mantequilla para untar el molde
Ingredientes para la crema mascarpone:
- 300 gr. de queso mascarpone bajo en grasa
- 200 gr. de chocolate blanco
- 200 gr. de nata para montar baja en grasa
- 1 huevo
- 3 láminas de gelatina o un sobre si es instantánea
- 50 ml. de leche de coco (o leche normal)
Ingredientes para la cobertura de fruta:
- 1/2 mango
- 3-4 cucharadas de azúcar moreno
- el zumo de tres naranjas sanginarias
- 100-150 ml. de agua
- 2 láminas de gelatina o medio sobre si es instantánea
Preparación:
Primero hacemos la base de bizcocho.Pon a calentar el horno a 200-220ºC. Monta las claras de los huevos a punto de nieve y reservarlas. En otro bol, pon las yemas de huevo con el agua, el azúcar, la ralladura y la vainilla. Bate bien con unas varillas hasta que esté bien cremoso. Añade el aceite y sigue batiendo. Cuando este la crema esponjosa añade el resto de ingredientes secos (las harinas, la levadura y las almendras molidas). Mezcla bien una vez que tengas la masa compacta. Añade las claras montadas y liga moviendo la masa con suavidad y dejando que "le entre aire" (es decir, vas mezclando metiendo y sacando la cuchara suavemente y dejando que "respire" la crema para que no pierda esponjosidad). Ahora necesitas un molde (da igual la forma) o bien de 2 piezas o un aro para tartas (este usé yo). Con el aro, pon un papel enmantequillado sobre una placa de horno. Unta de mantequilla también los bordes y colócala en el centro. Si usas molde de dos piezas unta bien de mantequilla por todas partes. Extiende la masa por el molde intentando que quede lo más lisa y uniforme posible. Hornea unos 5 minutos o bien hasta que empiece a dorarse por encima. Saca del horno y ponlo a enfriar.
Ahora nos ponemos con la crema. Derrite el chocolate blanco al baño maría con la mitad de la leche de coco. Con la otra mitad, mezclamos la yema de huevo y la gelatina en polvo. Si es el láminas sigue las instrucciones del paquete y añádelo también a esta mezcla. Bate hasta que quede completamente lisa la crema y añádelo al chocolate derretido. Mezcla bien y bate suave la crema unos 3-5 minutos. Sumerge el cazo de la crema de chocolate en una cacerola con agua fría y cubitos de hielo para que se enfríe. Mientras (con el hielo no va a tardar mucho en enfriarse) ve removiendo para evitar la formación de grumos. Si esto te pasa, por el motivo que sea, usa la batidora eléctrica para dejarla suave de nuevo... Ahora, monta la clara a punto de nieve y reserva. Monta la nata y reserva también. Con ayuda de las varillas, mezcla la crema de choco con el queso mascarpone. Una vez lista la crema, añade la nata montada y la clara a punto de nieve moviendo con suavidad y dejando, de nuevo, que la crema respire (lo que te dije antes, vas mezclando metiendo y sacando la cuchara suavemente).
Y por último, la cobertura de frutas. Pela y trocea el mago. Lo pones en una sartén junto con el azúcar y lo salteas brevemente. Añade el zumo de las naranjas y deja un par de minutos que cueza para que se ablande la fruta. Tritura todos los ingredientes (no te olvides de la gelatina y el agua) y obtendrás un puré relativamente espeso (de momento, nada del otro jueves). Mientras enfría, vas moviendo el puré con frecuencia porque solidifica rápido...
Ahora, a montar la tarta. Si lo vas a hacer en molde de dos piezas habrás dejado el bizcocho en la propia base del molde. Lava el aro para evitar cualquier resto del bizcocho y vuelve a ponerlo. Si es con aro, despega el bizcocho del papel y prepara el plato, fuente de tarta o blonda donde quieras ponerlo. Pon el aro limpio en medio y mete el bizcocho. Reajusta la medida que quede bien apretado y empezamos. Lo primero, si quieres que el bizcocho quede mojado, puedes pincelarlo con zumo de naranja aunque yo no lo hice ya que nos gusta el contraste de texturas. Pon la crema de mascarpone encima, alisa y nivela bien. Y por último la cobertura de frutas. Igual, alisa todo lo que puedas... deja enfriar mínimo 3 horas. Para desmoldar, coge un cuchillo repostero o de hoja afilada y lisa, Mójalo en agua y pásalo con cuidado por todo el borde del aro. Levanta y bravo! feliz cumpleaños Gü!
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