Buttermilchkuchen contra la violencia de cualquier genero
Llevo un rato delante de la máquina pensando si arrancar con este asunto o no. De puro delicado tengo miedo de ser malinterpretada y que el sentido de una frase se pueda entender por lo que no es. Y es que hay asuntos tremendamente complicados de abordar sin que alguien pueda sentir que cuando defiendes a unos, desprecias a otros. Me ha pasado que al hablar del maltrato, la discusión termina en un o se defiende a los hombres o a las mujeres. Hemos terminado en un o conmigo o contra mí...Y es que el maltrato no entiende de género. Si bien es cierto que por nuestra trayectoria histórica y al ser un país en el que hasta hace dos días las mujeres no podían tener su propia cuenta corriente sin la firma del marido, padre o hermano... un país donde una mujer ponía una denuncia por violación en la comisaria de turno y tenía que oír el coro de barbaridades que a su alrededor se alimentaban con frases forradas de brutalidad y desprecio... un país donde el vecino de al lado oía las palizas que el vecino estampaba en su esposa cada vez que llegaba borracho a casa y todo lo que se decía era "calla que eso es cosa de parejas". Un país que, en definitiva se ha ganado a pulso la fama de machista y que vive en el intento de proteger a las mujeres que sufren violencias y vejaciones porque el malnacido con el que unieron sus vidas las ha machacado hasta la muerte en muchos casos...
Pero las cosas no se han hecho bien. En España empezamos a ver con horror, como nos contaban la vida de esas mujeres que perdían la vida en manos de sus ex. De como habían salido desesperadas en programas de TV diciendo "me va a matar. Sé que me va a matar" ... con horror no solo vimos su cuerpo cubierto con una manta en un noticiario sino que acto seguido nos ofrecían su testimonio contando los golpes, las miles de denuncias, el horror de quién sabe que tarde o temprano, morirá a manos de ese canalla...
Esto pone los pelos de punta. Tal fue la indignación, tal fue la hiperestesia social que se creó, que las leyes se endurecieron de la noche a la mañana. Soy escéptica al pensar que se crearan tan rápido por deferencia a estas mujeres, me temo que se hicieron a la que vuela para evitar el escándalo y no permitir que los jueces de este país quedaran a la altura del betún. Mientras, unos cuantos gobernantes se colgaron medallitas a lo pero-que-héroes-que-somos y nos merecemos gobernaros 100 años por ser tan estupendos...Y con tanta prisa, en un país que las leyes se hacen como churros -aquí en Austria hace falta un consenso de casi el 65% del parlamente para aprobar leyes nuevas- hemos conseguido que las consecuencias de tanta chapuza sean por sí mismas, un acto de crueldad y vejación al padre. Para defender a las mujeres del maltrato, se está permitiendo que miles de hombres sean acusados falsamente de maltrato psicológico.
Este fin de semana, un amigo ha pasado la noche en los calabozos de una comisaría y se le ha hecho un juicio rápido. Lucha con su ex por la custodia compartida. Durante más de 24 horas no sabía si el juez le ingresaría en prisión o peor -según sus propias palabras- se quedaría sin poder ver a sus hijos. Los hijos a día de hoy siguen siendo el arma preferida para fastidiar al conyugue. Con horror he sabido de ese padre que quemó vivas a sus dos criaturas para vengarse de la madre. Hace 20 años, cuando yo me separé, se nos amenazaba con que nos iban a quitar a nuestros hijos. A día de hoy, sé de padres que su ex se venga pidiendo más pensión cuando se enteran que van a volver a contraer matrimonio, los sabotajes en las vacaciones, etc... los hijos, lo que más habría que proteger en esta vida, siguen todavía sufriendo lo insufrible...
Estas mujeres, que acumulan denuncias falsas contra sus ex-parejas, he leído que en muchos casos no les mueve la sed de venganza contra el padre de sus hijos. Parece que en muchos casos lo hacen para beneficiarse de las ventajas al acogerse a la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género... estas señoras -hasta un 20% de las denuncias son falsas según el Ministerio de Igualdad- no solo están machacando de por vida a sus hijos, no solo destrozan la vida de sus ex, además de intentar estafar a la administración pública para beneficiarse de fondos o iniciativas dirigidas a mujeres que sufren maltrato... estas tipas están poniendo una soga a muchas otras que en el futuro, además de ser maltratadas, no tendrán credibilidad ante un juez porque serán injustamente añadidas al saco del 20% que mienten...
Desde aquí, todo mi cariño a los que estáis en trámites de separación, que sé en propia chicha lo mucho que se sufre. Pero especialmente, a todos los que además del sufrimiento de una familia rota, se os echa encima la injusticia provocada desgraciadamente por culpa de personajes -ambos sexos- que abusan de la ley con mentiras y falsas pruebas para descargar su odio en aquel que un día los amó hasta la muerte... mala metáfora he ido a usar...
Ingredientes:
- 125 gr. de azúcar
- 2 huevos
- 225gr. de buttermilch
- armatizar con vainilla o ralladura de limón
- 250gr. de harina
- 1 cucharadita de polvos de hornear (puedes ponerle una pizca más)
Para el streusel de nueces:
- 120gr. de nueces (o cualquier otro fruto seco)
- 70gr. azúcar
- 100ml. nata
NOTA: este es un bizcocho sin grasa. Si quieres eliminar la grasa de un bizcocho puedes usar suero de mantequilla fermentado (Buttermilch), leche agria (Sauerrham) yogur o nata. Esta es la prueba de que funciona... sin trampa ni cartón. He leído que se dice por ahí fuera que la compota de manzana reemplaza la grasa. Químicamente, la fruta no hace nada que pueda suplirla aunque ya que endulza, podría reemplazar por azúcar tan ricamente, aunque no en este bizcocho. Para que la miga se desarrolle sin grasa necesita tener "suelo" seco. Sino, quedará casi seguro con aspecto de pudin.
Preparación:
Precalienta el horno a 180ºC. En un bol mezcla los huevos y el azúcar. Cuando el azúcar se haya integrado por completo, dando un aspecto cremoso a la mezcla, añade el suero de leche fermentado (Buttermilch) y sigue batiendo. Aromatiza con la vainilla o la ralladura de limón a tu gusto. A parte, mezcla el harina con los polvos de hornear y lo añades a la mezcla. Forra un molde rectangular (el mío es de 28-22cm.) con papel de horno. añade la masa y hornea unos 25 minutos hasta que veas que el centro del bizcocho casi está cuajado.
Mientras, en otro bol, mezcla las nueces, el azúcar y la nata. Añade la mezcla al bizcocho en el punto que te acabo de indicar (casi cuajado) cuidando que quede bien extendida. Enciende la parte superior del horno o el grill a fuego moderado y deja que esta capa se dore ligeramente y tenga aspecto seco. Saca del horno y deja enfriar antes de desmoldar.
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