Granola molida de Jamie Oliver

Qué delicioso sería convertir mi vida en una caja de zapatos. Montar un micromundo entre hojas de morera como los gusanos de seda. Zampar, poner huevos y una vez en la vida fabricar un capullo donde aletargar hasta que la mariposa salga al mundo. Volar con despreocupación sin mirar lo que dejé en la caja de zapatos, sin echar en falta ni las hojas frescas, ni mis huevos ni la seda. Sin cargar maletas, ni físicas ni afectivas. Volar y punto.

Ayer, en nuestra charla diaria, le recriminé a Günter que no podía aspirar a vivir como una foca que cada vez que aplaude le dan una sardina. Se le encendieron los ojos y me contestó: "joder sí, quiero ser foca" y es que si lo piensas suena fantástico: saludas con la aleta y te dan un pez. Aplaudes y te dan dos. Haces "ongh-ongh" y te vuelves a ganar otro. Termina la función y te espachurras encima de una roca al sol hasta el siguiente pase donde toque de nuevo aplaudir y comer sardinas. Y si algo tiene claro el personal del zoo, es que la foca sin peces no hace ni el huevo ni tortilla así que nadie se plantea intentar montar el show sin un buen cubo de peces a mano.

El caso es que le dije que se quitara eso de la cabeza, que él no era ni iba a ser nunca una foca, "si eres bueno y se lo pides amablemente a la vida, lo mismo para la próxima te concede el deseo" le dije. Y a la que me protestaba con la boca pequeña me dijo que a él le gustaría vivir el día entero conmigo encima, acompañándole al trabajo, a las terapias, etc. y así, en plan coach irle marcando el eso sí, eso no y eso otro ni en sueños. De nuevo protesté, "pero que dices! déjate de coach y coaching, alma cándida. Tú y yo somos como Don Quijote y Sancho Panza. Tú luchando contra molinos de viento y yo, siempre con mis buenos consejos desoídos, recogiendo tus huesos apaleados después de cada lance. Reímos, qué remedio.
Pero me quedé con la copla, no lo pude evitar. Me repetí la tarde entera, que yo no quiero ser Sancho, que quiero una caja de zapatos y ser gusano, una mascotita para los niños que te liberan cuando echas las alas para volar. Si las cosas siguen así, no dudo en pedírselo a la vida con mucha amabilidad pero la prudencia me dice que mejor no soñar a la ligera no vaya a ser que mis sueños se cumplan y es que a veces, hasta a éstos, los carga el diablo.

Solo sé, que necesito fuerzas. Así que, mientras una parte del mundo nada más que piensa en dietas depurativas, yo me lanzo con rocinante a la superfood. En navidad, todos nos preguntamos que nos apetece de regalo. Mi suegra no suele interesarse por mis deseos, me pregunta si me parece bien que me regale tal o cual cosa. Este año me dijo si me apetecía el libro de recetas navideñas de Oli. Contesté que si no le era molestia, prefería que me lo cambiara por uno de la serie superfood, y me ha tocado el de a diario. Más que un libro de recetas es un alegato a qué y cómo hay que comer diariamente, algo que en principio sabemos pero no practicamos. En  un mundo donde la tendencia es comer cada día como si fuera domingo, me sumo a su causa y he comenzado a introducir cambios en nuestras rutinas.

Una de las novedades a la que me apunto, es a la granola molida. Tiene muchas posibilidades y poco a poco os las iré publicando. De momento, la receta general y un par de propuestas sencillas para el desayuno.


Ingredientes:

  • 500gr. de copos de avena
  • 125gr. de nueces y frutos secos variados
  • 125gr. de frutas secas (vale de todo. Yo usé una mezcla con plátano, coco, cramberries, albaricoques, pasas sultanas y rubias)
  • 50gr. de semillas variadas (vale de todo. Sésamo, lino, pipas, amapola, Chia)
  • 3 cdas. de cacao (2 de Nesquik y una de cacao puro 100%)
  • ralladura de naranja
  • opcional (una cucharadita de café molido)

Preparación:

  1. Tuesta al horno a 180ºC durante unos 15-20 minutos la avena con las nueces y las semillas.
  2. Deja que temple o enfríe y muele la mezcla con el resto de ingredientes (las frutas secas, el cacao y la ralladura). Importante disponer de un molino de moler o un procesador de alimentos.
Bol de desayuno: 
Pon entre 30-50gr. de polvo de granola acompañado de 2 cucharadas generosas de yogur con una pizca (1/4 de cucharadita de café) de azúcar morena con vainilla molida. Haz una ensalada de frutas a tu gusto. Mi sugerencia es que pruebes: mango, manzana, piña natural, mandarina y arándanos aliñados con el zumo de una naranja estrujada.

Pancakes de granola:
Te dejo con el video de la web de Jamie Oliver. Yo te traeré en breve mi propia versión, algo menos sana pero más alegre :-) Pancakes de granola aquí.

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