Galletas de algarroba con trozos de chocolate para abundantes
abundancia
Del lat. abundantia.
1. f. Gran cantidad.
2. f. Prosperidad, riqueza o bienestar. Se veía la abundancia por todas partes.
en abundancia
1. loc. adv. En gran cantidad, copiosamente. Comieron en abundancia.
nadar en la abundancia
1. loc. verb. Gozar de un gran bienestar económico.
Soy abundante, no me cabe duda. Y eso que no soy rica, ni persona de caudales ni futura heredera de cuartos ajenos en espera de hincarles el diente. Pero sabiendo que tres cuartas partes del mundo pasa hambre y necesidades, sin olvidar que el 1% de mega-ricos del mundo son cada año más mega-ricos y los pobres cada vez más sentenciados a no salir de ella... decía, que sin olvidar lo obvio, formo parte de ese primer mundo que a pesar de vivir sin dinero para grandes hazañas vivo como una reina mora y sin necesidad de nadar en la abundancia.
Derrocho abundancia si se me permite decirlo. Cuando he estado floja me han empaquetado de vuelta a mis Madriles, me han mimado y consentido hasta el aburrimiento, he subido, bajado, reído, llorado, mascado y bebido como una posesa. Días de hablar cual cotorra desatada, entre Mahous, Estrellas de Galicia y Alhambras botella verde. Terminé el año llena de regalos y buenas intenciones. Es posible que éste sea el espejismo más claro y lúcido de lo que entendemos por bienestar.
Y para más abundancia redundante, Luisfer me invitó a la meditación 21 días de abundancia, la cual -todo sea dicho y explicado- he dejado descolgada al tercer Mantra por falta de tiempo porque en ésto también soy más de lo mismo y me asfixio con gran facilidad entre tantas tareas. Peros mis compis de meditación, que sí que son aplicados y comprometidos, han debido de descorchar mis chakras porque el sábado de puro sin querer me llevé la compra de la semana gratis a casa.
Resulta que uno de nuestros super está de aniversario y cada 50 compras, regala una. Allí estábamos nosotros con una tocineta de sábado por la mañana de mucho cuidado, llenando el carro y gastando cupones de descuento sin mucho garbo cuando llega la hora de pagar y saltan lucecitas de colores, la musiquilla del anuncio a todo trapo y el mundo que nos rodeaba nos clavaba los ojos con cara de cierta envidia -sobre todo la familia que venía detrás en la cola, que al papá se le desencajaba un poco la cara de coraje porque de fijo se lamentaba a lo "si estos pesados se hubieran dado prisa, nos habría tocado a nosotros"-. Sea como fuere, nosotros fuimos los últimos en enterarnos porque insisto, teníamos un globo injustificado que nos alelaba nuestra capacidad de respuesta.
Fue de camino hacía el coche, cuando até cabos y me di cuenta que nos habíamos ahorrado cerca de cien euros y todo gracias a mis abundantes compadres de meditación, a los cuales dedico estas galletas que son puro placer. De textura blandita y abizcochada, han salido geniales y estoy segura que me crees si te digo que podría abundar en halagos por estas monadas. Qué mejor manera de probar la harina de algarroba que me traje de Madrid.
Ingredientes:
Preparación
- 150gr. de mantequilla derretida
- 1 taza de harina repostera
- 1/2 taza de harina de algarroba
- 1/2 taza de azúcar blanca
- 1/4 taza de azúcar moreno
- una pizca de sal
- 1 huevo ligeramente batido
- vainilla
- 1 cdta. de polvos de hornear
- 125gr. de chocolate troceado
Preparación
- Precalienta el horno a 180ªC.
- Bate todos los ingredientes juntos menos los trozos de chocolate que los añadirás al final.
- Sobre un papel de hornear, coloca pelotitas de masa del mismo tamaño.
- Hornea entre 10-15 minutos. Al sacarlas del horno estarán todavía blanditas. Es normal. Se endurecen un poco al enfriar.
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