Ensalada de pasta y atún con pesto

Acabo de descubrir el ecosex, no te lo pierdas. A ver, no es que acabe de tener un tórrido fregoteo con mi rosal -dios me libre- sino que acabo de ver un video donde una panda de pira'os explican los beneficios de folletear con las plantas, los árboles y demás víctimas naturales. Créeme si te digo que me ha faltado tiempo para buscar unos cuantos artículos y leérmelos directamente en vena para no quedarme colgada en la parra con esta locura.
Te cuento; parece que el concepto consiste en dejar de tratar a la naturaleza como a una madre -que todo lo aguanta, que se deja maltratar y exprimir a conciencia sin que te importe un comino porque ella jamás se defenderá- para convertirla en amante -y hasta en conyugue- ya que a una pareja como no la tengas contenta ni la trates en régimen de igualdad, se te va a subir a la chepa sin miramientos y al segundo toque te pone de patitas en la calle y ¡Hala, con tu madre! Y llegados a este punto ya tengo ganas de empezar a criticar pero me voy a morder la lengua.
Todo este circo, se lo inventaron Beth Stephens y Annie Sprinkle -estadounidenses que todo hay que decirlo- en un intento de ir un poquito más allá de las tendencias sexuales actuales, pongo como ejemplo la gente que no quiere tener relaciones con gente que coma carne y otras fobias de origen orgánico que parece que se extienden por estos caminos de dios. La ecosexología habla de "cosas" que define como acuófilos, terrófilos, pirófilos y aerófilos, que no se lo que son pero me lo imagino, y para resumir lo que pretenden es que nos sintamos parte literal de la naturaleza y gocemos de ella. Insisto: li-te-ral.
Lo que se me escapa una vez más, es la arrogancia naif de quien no tiene otra cosa que hacer nada más que pelar la pava sin encender el cerebro dos minutos y comprender que la naturaleza no es nuestra. No nos pertenece. Es más; no le importamos ni un pimiento. Cuando quiera, nos barre sin pestañear. Ella se adapta a nuestra degradación y miserias, deja que se extingan especies unas detrás de otras y le importa un bledo si vamos de acuófilos, terrófilos, pirófilos o aerófilos. Ningún ser humano tiene derecho a coger, usar o follarse lo que no es suyo. Autofóllense con un brick de zumo bio cuanto quieran pero a la madre naturaleza casi que me la dejen tranquila que ya bastante tiene.
Y los humanos, con eco o sin él, a ver si aprendemos que la naturaleza no se muere, que lo que estamos matando es nuestra hábitat, que es el que necesitamos para vivir. Por cierto, ahora que hablo de hábitat, ya he visto la película Finch y me ha encantado.
Esta ensalada de hoy es para enamorarse pero por favor, sin perder el norte, que lo de la Beth y la Annie no hay aliño que lo aderece. El de hoy, por cierto, viene con pesto.
Ingredientes para 4 personas:
Aliño:
Preparación:
- 250gr. de espirales
- un buen puñado de tomatitos a tu gusto
- 1 lata de atún (ó 2 de las pequeñas)
- queso parmesano en escamas
- un poco de rúcola o mezcla de hojas para ensalada
Aliño:
- aceite de oliva virgen de calidad
- vinagre balsámico de calidad
- unos cuantos tomatitos
- 1 cda. rasa de pesto roso
- sal y pimienta
Preparación:
- Cuece la pasta en agua con sal y cuando esté al dente la cuelas y la enfrías con agua fría el grifo para que no pierda el dente. La pones en un bol.
- Añade la lata de atún, los tomatillos cortados en cuartos y el queso parmesano.
- en el vaso de la minipimer, pones el puñado de tomatitos, sal, pimienta, el balsámico y el aceite. Lo adaptas a tu gusto y lo mezclas con la pasta.
- Las hojas de ensalada las añades al emplatar para que no se mojen y se pongan mustias.
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