Albondiga aplastada de pan y queso o Pressknödel con sopa

Llueve desde anoche y seguimos con una de esas neblinas super blancas que borran por completo el look grisáceo típico de estos días... Y mira, a la que voy escribiendo, estoy presenciando una imagen lindísima: la niebla se ha separado de las nubes en las montañitas de enfrente y de entre los nubarrones se están colando unos rayitos de sol. Esto es precioso!
Y ahora que me fijo, ya no llueve. Los coches pasan y no balancean los parabrisas... cachis, espero que no se me esfume la inspiración lluviosa... ¿te das cuenta? me paso la vida quejándome. Menos mal que son todo cosillas intrascendentes y bobas pero siempre estoy con un algo. Mi hijo Álvaro cree que es deformación maternal; las madres somos unas manipuladoras de corazoncitos de lo más profesionales y con estos ainss vamos robando mimos de aquí y de allá. Bueno, que sepas que ésta es mi interpretación libre de su frase: "Mamaaaaaaá, ya estás como siempre, con el chantaje emocionaaaal" ....
Suerte que la riqueza de la lengua es tan grande y tan diversa que nos permite expresarnos a cada cual a su manera y en su onda. Con más o menos labia, mejor o peor prosa, da igual. La cosa es que somos muy liantes y utilizamos la literatura o la verbosidad, según el caso, para conseguir reproducir los ecos que ya teníamos planeados con anterioridad: estamos tristes? Por favor, que pase el eco del ay_que_pobre_toma_mimooo... Contrariados? A veeer, el eco de la empatía_que razón_tienes, donde se ha metido... Enfadados o enfrentados? Rápido, que entré ya mismo el eco de la reafirmación_di_que_sí_a_todo, vamos ya!
Por cierto, ¿Quieres una galleta? con el rollo no te he ofrecido nada. Anda coge, que estas galletas han salido bien ricas. Son las galletas para tiempo de especulación de Noema. Mi receta de las galletas especiadas no terminaba de funcionar cuando van con cobertura de glasa así que probé con las suyas, porque ayer estuve decorando galletas para el centro de adviento y pintando unos cuantos Sr Galleta. Por cierto, ahora ya se qué es lo que no funciona pero como esa es otra historia, te lo cuento cuando las galletas sean las protas de la entrada. Hoy toca sopa.
Como te decía. Estas que te ofrezco, son las que separé para ir zampando mientras hago las remesas para adviento. Mira que quería haber esperado. Me gustó mucho de otros años, irlas horneando a la que el adviento avanza. Dar un paseín por el mercado navideño, llegar a casa, prepararme un té y hala, a hornear... en fin... ya está hecho. Desde que hice las de pera ya llevo tres remesas diferentes... y la cuarta masa está en el frigo... unos alfajores, que le he visto a Erika que a su vez a la Majuluta... genial verdad? ésta es la gran aportación de los blog a la historia de Internet. Buscar y encontrar. Por fin, va rápido y es fácil. Recuerdo cuando entrabas a buscar algo y después de horas en las que te habías topado con un poco de todo menos lo que querías, después de mil ventanas abiertas, el sistema colapsado y tropemil desconexiones, terminabas tirando la toalla. Un día más sin encontrar lo que querías. Los blogs han aportando esa comunidad, como los vecindarios de antes, donde preguntabas por un vecino y una señora te decía, espera que Fulana seguro que lo sabe. ¿Fulana, tú sabes? Uy no, Trotana, pregunta a la Mariana! Al final, dabas con quien buscabas y encima terminabas haciendo buenas migas con todos los vecinos...
Mira, no te lo vas a creer... pero el cielo ya se ha abierto y ha quedado un día lindo, lindo. Todo aún mojado y con sol. Ay que ver que siempre me pasa igual. Basta que diga digo para que se diego. Y encima con esta entrada, después de haber estado hablando de manipulaciones, ay madre, ¡cuánto va a costarte creerme en ésto! En fin, caprichos del sino... Y ya metidos en caprichos, te dejo con esta sopeja tan maja, y te prometo, vuelve a creerme una vez más, que está rica como pocas. Es del libro maravilloso de 1 € que ya te hablé de él, y del que prometí que volvería a la carga...
Hay dos formas de hacer las pelotas de queso. Con patata y harina, como si fueran unos gnochi gigantes, o con pan seco, que es como yo las he hecho. Me parecen más ligeras y son mucho más rápidas de hacer. No es la única versión, puesto que he leído recetas con distintas variaciones. Una de ellas, es esta que hace Marona y como pasa siempre en cocina, las hagas como las hagas van a quedar bien. Hay una cosa más antes de dejarte con la receta y es el queso. El que he usado es un queso típico del Tirol, el Graukäse. Es un queso de sabor recio y algo fuerte que funde muy bien. Usa un queso de estas características ya que la gracia está en que no se pierda el sabor del queso. Tiene que dejarse notar...
Ingredientes para 6 Pressködel:
Preparación:
- 150 gr. de pan duro
- 100 gr. de Graukäse o un queso de sabor fuerte y que se funda bien
- 100 ml. de leche
- 2 huevos
- 1 cucharada de harina
- sal
- un poco de mantequilla y unas 2 cdas. de aceite para freir
- caldo de carne aromatizado con hierbamaggi
Preparación:
- Corta el pan en trocitos pequeños y resérvalo. Corta también el queso en daditos pequeños y lo calientas junto con la leche hasta que se derrita.
- Esta leche de queso, la mezclamos con el pan, los huevos y el harina. Mezcla bien la masa y añade un poco de sal. Deja que repose unos 15 minutos para que el queso vuelva a enfriar un poquito y coja fuerza la masa. Divide la masa en 6 porciones y haces bolas con ellas. Mójate las manos con agua para que sea más fácil. Finalmente las aplastas y les das forma de hamburguesa.
- Calienta una sartén con un poco de mantequilla y aceite. Las doras un par de minutos a fuego medio por cada lado y las reservas hasta que esté el caldo bien caliente.
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