Rumkugeln, tercera vela y varicela

Tercer domingo de adviento, tercera vela prendida en el centro y tercera vez que Luquitas está enfermo. En esta ocasión su cuerpo está lleno de topitos rojos. Sería gracioso si no picaran tanto aunque estamos teniendo mucha suerte porque no hay fiebre ni flojera. Está el tío con las pilas bien cargadas. Para poder escribir esta entrada le he puesto aquí a mi vera con los lápices de colores pero apenas estas pocas líneas he tenido de tregua. Ya está inquieto de nuevo. Quiere todo aquello que no es suyo. No importa si es interesante o no. O divertido o un petardo. Igual da, lo importante es que no sea suyo. Y que nadie se traiga a engaños que la criatura tiene muy claro el concepto "mío". Si coges unos de sus coches y le preguntas de quién es, le falta tiempo para soltar "de cucas".
Pero hoy, se ponga como se ponga, hay algo que solo es de mamá. Mi cámara de fotos nueva. Ayer celebramos por fin mi cumpleaños y a punto estuvimos de cancelar, cambiando el letrero de felicidades por otro de cuarentena. Pero una vez más hubo suerte y toda la panda estábamos inmunizados. Así que cena divertida con los amigos. Hicimos una tinga de carne y un pollo encebollado para rellenar con fajitas, además de todo un coro de vegetales bien picados y varios dip -como el guacamole de mango que vi en el recetario de Ben-.Y tarta, claro pero si pueden ser dos, ¿por qué no?. Y como un cumpleaños sin regalos sería como ir al cine y no comer palomitas hubo lo que tenía que haber... y mira, se me ponen los pelos de punta de recordarlo. Imagina mi cara cuando abro el paquetito -con un papel de topos monísimo que daba pena- y veo una cuca, lista y flamboyante cámara. No me lo podía creer. Y te aseguro que no he sido tan buena para merecer un regalo tan espectacular... así que puedes imaginarte lo feliz que estoy con mi camareja haciendo clic aquí y allí; y Lucas detrás: "mami, foto cucas".
Los Rumkugeln, son las trufas navideñas más famosas en Austria. Esta receta es un refrito de 3 recetas diferentes. La que me dio la madre de Gü tienen mucho azúcar y mantequilla; la que me viene en uno de mis libros de comida austriaca lleva mantequilla y yema de huevo algo que me parece completamente innecesario. En esta receta, he versionado la que viene en mi libro de galletas de Marianne Obermair ya que en la suya no usa ni azúcar ni chocolate amargo (usa ya un chocolate azucarado) y con una combinación de choco-nueces un pelín densa. Demasiadas nueces pueden hacer muy espesa la textura... en fin, que me dejo de rollos que yo, como siempre, sigo en mi onda charla que charla.
Ingredientes:
Preparación:
- 350 gr. de chocolate de cobertura amargo
- 50 gr. de azúcar fina en su defecto glas
- 100 gr. de nata líquida
- 4 cucharadas de ron de caña (a gustos)
- 150 gr. de nueces molidas
- coco rallado para rebozar las bolas
Preparación:
- Pon en un cazo al baño maría el chocolate, el azúcar y la nata líquida hasta que quede una crema suave y homogénea. Retira del fuego, añade las nueces, el ron y mueve lentamente hasta que todo se mezcle bien.
- Deja enfriar en el frigorífico hasta que la masa esté bien dura (mínimo 3 horas).
- Forma las bolitas y rebózalas en coco rallado.
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