Ensalada de patata y espárragos y cosas del momento

momento.
(Del lat. momentum)
1. m. Porción de tiempo muy breve en relación con otra.
2. m. instante.
3. m. Lapso de tiempo más o menos largo que se singulariza por cualquier circunstancia.
4. m. Oportunidad, ocasión propicia.
5. m. Cualquier tiempo considerado como actual o presente.
6. m. Importancia, peso, trascendencia.
7. m. Fís. cantidad de movimiento.
Que existe un momento para cada cosa es algo claro y rotundo. Evidente. Solo hay que ir a la RAE para hacerte idea de que un momento no es moco de pavo. Tiene su cosa. Mejor dicho: sus cosas, que no todo momento es lo mismo ni lo mismo da... Te voy a poner un ejemplo y así lo verás más claro; estás en la consulta del dentista, sale la enfermera sonriente y muy amablemente te dice: "el doctor le recibirá en un momento"... y tú piensas, "menos, mal, porque ya me están saliendo raíces hasta en los juanetes"... pero el tiempo pasa y pasa y las raíces a su vez crían más raíces y por falta de riego se secan y se te empieza a despeluchar la coronilla de puro nervios... y te dices por lo bajo: pero qué tipa! pues no me había dicho que era cosa de un momento, la muy canalla!

Pues sí, bien dicho. Que según la RAE no tiene porqué ser un rato corto. El punto 3 de su definición lo dice claramente: lapso más o menos largo... así que, si te tocó la versión extendida pues mala suerte. Desde luego, no es culpa de la enfermera que tú interpretaste la espera según el punto 5 de la definición y en tu ingenuidad como paciente, dieras por hecho que tu empaste iba a ser cosa del punto 2.

Porque para nuestra desgracia lingüística, momentos hay muchos, y así, leídos despacico, me cachis! vaya churro de verborrea y todo para liarla parda porque si andas un poco versa'o en los entresijos del diccionario, le puedes hacer el lío a tu compadre usando el punto 3 por aquí y el 7 allá... y para qué, me pregunto yo. Para qué hacernos mala sangre cuando los señores letra de la academia -no confundir con letrados académicos que esos van de otro palo- digo yo que podrían haber llamado a cada momento por su propio nombre. Por ejemplo -solo por dar ideas. Ni se me ocurriría sentar cátedra en estos momentos-, se me ocurre que podían unir el punto 1 y 2 y llamarlo, momentín. Le queda muy bien, la verdad sea dicha. Ejemplo, "Cuando me toca? en un momentín". Aquí no hay confusión. O te toca ya o no te toca, sin levantar falsas expectativas. Al punto 3, con llamarlo momentazo, va que chuta, porque al fin y al cabo, si el momento es corto, pues para eso tendríamos el momentín. Mira, hay que ser más claros en esta vida que para espeso ya tenemos el chocolate... ea! por tanto, momento largo o circunstancial, momentazo. Ejemplo," fue el momentazo de su vida" claro y cristalino, ¿o no?

Por su parte, al punto 4 y 6, ¿por qué no llamarlo momentum? así, un poco en onda latín clásico que queda muy catedrático y de esta forma le podemos dar ese aire transcendental que la situación reclama. Ejemplo, "este momentum invita a la reflexión" "supo que había llegado su momentum"... impresiona, eh?. Sí, sí, por mí quedaría integrado ya mismo, en este mismo momentum.

¿Y al 7? pues oye, movimiento, que es lo suyo. Total, no es lo mismo? pues para qué liar al personal! Y casi que el 7 lo dejo sin ejemplos, que las matemáticas no son lo mío y además, tengo entendido que el Sr. Newton se tuvo que rebanar los sesos con estos momentos científicos, así que yo, con tu permiso, ni lo intento, porque para qué gastar lonchas a lo tonto. Y ¿qué nos queda? el 5. El punto crítico de la definición: "Cualquier tiempo considerado como actual o presente.." digo yo que se entiende solo, ¿no? pues ea, lo dicho. Un momento es justo eso, ese ratico presente y actual y si fue pasado pues se explica. y si está por venir, pues me lo vendes con mucha pomada. Y listo. Tanto es así, que no hay mejor ejemplo que éste mismamente para afirmar que ésta es la chorrada del momento.... ¡y tanto!

Pero lo que la gramática no recoge y Newton no tuvo mucho en cuenta, es que lo romanos no se hacían tantas pajarracas. Según ellos, el momento se podía medir. En una hora había 40 momentos de un minuto y medio cada uno. No he echado la cuenta pero fijo que encaja... ok, voy a ser una buena comunicadora y voy a contrastar el dato. Espera que abro la calculador del windows... y exacto! una hora completa y oronda. Mira tú qué fácil sería estar en la sala del dentista, que salga la sonriente enfermera y te dijera lo  de "el doctor te recibirá en un momento" y tú te olvidas de los juanetes, sacas el cronómetro que todos tenemos en el móvil y que nunca tenemos oportunidad de usar y cronometramos el momento con exactitud. Cumplido el plazo dado, puedes levantarte, encararte a la buena mujer y soltar eso de "querida, el doctor sabrá mucho de dientes pero de momentos no tiene ni pajolera idea. Puede decirle de mi parte que ya no hay momentín que valga. Que o sale ahora en este mismo momentum o el momentazo que le voy a montar va a hacer que la manzana de Newton le entre por un oído y le salga por el otro.. y sin anestesia..."
Y para momentazos, esta ensalada. Ya te hablé en otro momento de ella. Me he inspirado en esta otra de smitten kitchen. Ella consigue ese punto mágico marinando las cebolletas y yo, en cambio, lo he conseguido con el aliño, completamente especial y diferente. Tanto, que se nos ha metido entre ceja y ceja y solo busco el momento para hacerla de nuevo. La combinación del vinagre de nueces, miel, mostaza es casi único. Si quieres macerar en casa el vinagre de nueces, tan fácil como hacerte con un buen vinagre de vino - o de jerez- machacar media docena de nueces -no moler, solo machacar un poco- y dejar que la naturaleza aúne sus jugos y sabores... Yo aún no he tenido la oportunidad pero fuentes cercanas a esta cocina -un besazo, Carlos- me han desvelado que al día siguiente, gana mucho en sabor... en fin, que si la pruebas, comprobarás lo fácil que es saborear de un momentum como una catedral de grande...


Ingredientes para la ensalada:
  • 1 kilo de patatas
  • 2-3 cebolletas jóvenes
  • 1 docena de espárragos verdes (si son trigueros, el doble)
  • más verde, ya sean guisantes, habas... lo que sea pero fresco
  • unos rabanitos
  • unas lonchas de bacon ahumado o jamón (yo usé el típico de aquí, Bauchspeck, bien curado y sabroso)
  • el zumo de medio limón
  • sal y unas gotas de aceite

Ingredientes para el aliño:
  • sal de especias
  • pimienta
  • 1 cucharada de mostaza
  • 1 cucharadita de hierbas frescas (perejil, cebollino, etc.)
  • 2 cucharadas de vinagre de nueces
  • 1 cucharadita de miel
  • un poco de salsa worcester
  • un chorrito de aceite de oliva
Preparación:
  1. Cuece las patatas con la piel en un poquito de agua con sal y a fuego lento. No las agües mucho que soy de las que piensa que pierden sabor. Normalmente en 20 minutos están listas. Si son especiales para cocer -son más duras y no se desmenuzan- suelo apartarlas del fuego a los 15 minutos y sin abrir la cacerola, las dejo reposar otros 15 min. De esta forma, siempre quedan perfectas. Una vez que se dejen pelar sin que te quemes, las quitas la piel y las cortas en rodajas no muy grandes. Salpimienta ligeramente. Las reservas...
  2. Al tiempo, trocea los espárragos y junto con los guisantes, lo salteas en la sartén unos minutos (3-4 min.) El tiempo, como siempre, depende del tamaño de las verduras. Estas cosas van mejor a ojo cuidando de no perder el "dente" de la verdura. yo salteo la verdura apenas con un par de gotas de aceite, sal y un chorrito de zumo de limón.
  3. Reserva la verdura y en la misma sartén, fríe las lonchas de bacon o jamón. Cuando casi estén, baja el fuego y deja que desengrasen un rato más y así, de paso, conseguirás un toque mucho más crujiente. Reserva secando la grasa de las lonchas con un poco de papel absorbente de cocina. Corta en trocitos las cebolletas, el bacon y los rabanitos. 
  4. Mezcla los ingredientes del aliño batiéndose hasta que queden bien ligados: el vinagre, la salsa worcester, la miel, la mostaza, un poquito de sal de especias -cuidado que los ingredientes ya los hemos salado un poco- un poquito de perejil o cebollino muy picado y aceite de oliva... En una ensaladera pon todo los ingredientes menos los rabanitos. Mézclalos con el aliño y cuando vayas a servir, añade los rabanitos. Lo hago así para que no pierdan el color rojo o se desdibuje...listo, a comer...

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