Pepino relleno de cangrejo y jengibre... frío pero no helado

Hola, me llamo Maite Martín y me empepino. Me hubiera gustado hacerlo con uno español, y a ser posible de mi tierra, pero hay que comprender que por estos lindes no son muy populares. Ni los pepinos ni nuestras frutas y verduras que han desaparecido de todos los supermercados por arte de magia...

Había preparado una entrada bomba, con mucha auto-crítica y un repaso bárbaro a ese lado oscuro de la mentalidad germana que tanto me irrita.. esa costumbre que tienen de echar balones fuera cada vez que sufren una intoxicación o envenenamiento -que mira que después de tantos días aún están en la parra sin saber qué es lo que está pasando- . Y es que lo de ahora, lo de los pepinos, no es el primer lodazal que pisan: la misma historia tuvimos hace unos meses con un queso quark que en origen -sin manufacturar- era austriaco. Y suma y sigue. Ni te cuento la marimorena que se montó con lo de la carne podrida que mezclaban con fresca -esto es mala leche pura y dura, no me digas tú- o lo de las dioxinas en cerdos y pollos... qué sí, que aunque les pese, tarde o temprano van a tener que reconocer que están muy crudos en temas alimentarios, pero que muy cruditos. Y para que no parezca un berrinche de españolita indignada porque le han tocado sus pepinos, te dejo enlace a un artículo de Aurora Mínguez, corresponsal en Alemania de rtve y autora del blog alemán para principiantes, que publicó estas navidades y donde explica fenomenal lo que está pasando con la alimentación en Alemania.Y yo, por mi parte, lo dejo, que no tengo el horno para hacerme mala sangre con estos berrinches que no me sirven para nada y además, voy todo el día con la lengua fuera.. cómo para malgastar mis maltrechas energías en quemar las pocas naves que me quedan a lo bonzo...quita, quita, que la gasolina está muy cara...
Pero sí he querido acudir al llamamiento de Ajonjoli que ha tenido la idea de juntar muchas y ricas recetas de pepinos para ayudar a nuestros agricultores. Con todas ellas quiere hacer un recetario y ofrecérselo a algún colectivo de este gremio para que lo repartan a sus consumidores. Puesto que no hay otra que los españoles se tengan que comer los pepinos que los demás no quieren, pues mira, por lo menos que no se les repita...

Con esta receta, además, quiero animarte a que conozcas a mi amiga Lola, del blog Ajoblanco que ha hecho un especial "pepinico de mi alma" que a mí, me ha llegado al corazón. Un montón de información interesante y recetas deliciosas... Y dejo los pepinos a un lado que ahora, los españoles que vivimos aquí en Austria, tenemos otro roto mucho más ... uf, cómo llamarlo... jorobado? pero antes de entrar en.... materia, que quede escrito y por delante, que me estoy rebanando el cerebelo para no parecer frívola, insensible y si me apuras, hasta cruel. Prometo que no es mi intención, que hay que ser muy respetuoso con estas cosas porque entre otras desgracias, hay dos cadáveres de por medio y no es cosa de hacer guasa... pero qué quieres, la historia es del Almodovar total - Paco Bernal se pregunta si es el único que toda esta historia le recuerda a la película Volver- y entre que yo no me entero, que las primeras noticias llegaron muy raras, pero requeteraras y que luego... espera, ¿no sabes de qué te hablo, verdad? allá voy desde el principio...
Encuentran en un sótano de Viena una pierna en un cubo con hormigón. Esto es lo que lee Günter en el teletexto de una tele austriaca.... y pregunto:

-¿una pierna? sola? sin más cosillas?
-con hormigón- me dice el Günter. Y le digo yo:
-¿¡pero quién esconde una pierna en un cubo con hormigón!?
-¿La mafia rusa?- me contesta muy serio, por lo que me obliga a contestar:
-pero hombreeee, la mafia rusa tira los fiambres a los cimientos de las casas en construcción!!! qué poco mundo, madre!
-pero a lo mejor el asesino no se enteró bien de cómo se hacía. Al mejor escuchó campanas y ... y a saber, no?

Empezaron a dar las noticias. Menos mal, que lo nuestro ya estaba degenerando. Empiezan a contar que han encontrado un cadáver. Y yo pregunto:
-pero no era una pierna?
-no, todo el cuerpo.
-¿en cubos?- añado.
-chiiiissss, qué no me entero.
-vaya cosa, yo nunca me entero -digo por lo bajo en un arrebato lastimero y sufrido.

Siguen contando cosas. Que no saben pero que a lo mejor hay otro muerto más. Parece que estaban metidos en una cámara frigorífica o similar. Y a esto que sacan un primer plano de una heladería, momento en el que me siento obligada a añadir:

-peroooo... a ver!!! están en hormigón o en un mostrador de helados?
-no, en una cámara.
-de helados?
-no, que la dueña de la heladería ha desaparecido. El sótano es de la heladería... chiiiiisss....
-¿es la de la pierna?
-parece que no.

A esto, sale hablando un señor bajito y regordete que parece que ha sido testigo ocular de los hechos... bueno, del hallazgo...

- ¿este es el heladero? -y antes de que Gü pueda (o quiera) contestarme, aparece un letrero en la parte inferior de la pantalla que pone: fulanito de tal, peluquero.. Mira, en este punto la empanada mental que arrastro es tremenda. A ver si me estoy enterando: ¿el sótano no era de la heladería? pues dime tú qué hacía un peluquero en el sótano de la heladería cuando la heladera está missing!!!!!

-pues arreglando una avería- me dice mi mozo.
-pero no es peluquerooo!?
-chiiiiiiiisssss

Sí, mucho chiiiiiiis pero aquí, como siempre, la de los "peros" soy yo. Para variar, me pillé un ataque de cuernos bestial. Qué quieres! esto es el pan nuestro de cada día a la que veo el noticiario austriaco, que me entero de las cosas a medias, nunca sé que media es la buena y cual es ciencia ficción. Y el Günter, también como siempre, ni caso.. o casi, que un ratico después, de nuevo en el teletexto o en otro noticiario -son muy pesa'os, sí- me dice:

-te vas a enfadar- joróbate, pienso yo. A buenas horas...
-¿por qué? a ver, listuco ¿qué es lo que pasa ahora?
-la heladera, la que está desaparecida, es española...

Me cachis!


Ingredientes:
  • 1 pepino grande
  • 200gr. de palitos de cangrejo o surimi
  • zumo de lima o de limón (a gustos, entre 1/2 a 1 pieza)
  • 3 cucharaditas de café de créme fraîse (sino, reemplazar por una mezcla de yogur con queso tipo Philadelphia)
  • 1/2 cucharadita de café de jengibre molido
  • un poco de jengibre fresco rallado para espolvorear (a gusto)
  • un chorro de aceite de oliva (a gusto pero sin abusar)
  • sal y pimienta (yo uso sal de de especias)
  • un poco de eneldo picado (muy importante que sea fresco)

Preparación:
  1. Corta el pepino por la mitad y con ayuda de una cucharita le quitas las pepitas y la pulpa central dejando solo la carne. Pica muy fino el surimi y las hojas de eneldo. 
  2. Añade la créme fraîse y el zumo de lima (a gustos. Añade primero el zumo de media pieza y si es necesario, le añades un poco más después. Yo usé el zumo de una lima no muy grande). Añade un poquito de aceite para que la pasta tenga una consistencia un poco más jugosa. Por último, añade el jengibre molido, la pimienta y rectifica de sal. Si te gusta mucho el jengibre, añade un poquito del fresco rallado. Con precaución, que no se trata que el jengibre predomine demasiado.
  3. Rellena las mitades del pepino con esta masa y corta en rodajas gruesas justo antes de emplatar. Puedes servirlo sobre una base de lechuga con unas gotas de aceite de oliva y de crema de

NOTA DEL AUTOR: el diálogo y los hechos descritos en esta entrada son una reconstrucción más o menos veraz, teniendo siempre en cuenta que en ese momento no se me ocurrió grabar la conversación por lo que puede que donde se dijo digo yo haya escrito diego... así que Günter, luego no me salgas con si yo dije o dejé de decir y entiende que a veces las necesidades del guión, aprietan más que la propia realidad... besos querido y si a la que vienes a casa compras un poco más de surimi, esta noche repetimos cena con el pepino que nos ha sobrado:-P

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