Bizcocho chorreante de chocolate de Lola
Estoy muda. Y publico esta receta sin mucha letra porque no tengo ni idea de qué contar... mejor dicho, de cómo contarlo porque de entre todas las recetas que estoy acumulando por falta de verbo quiero publicar este bizcocho de chocolate que además de chorrear dulzor por sus cuatro costados es una receta de mi querida Lola y deseo mandarle todo mi cariño desde mi ventana, así, a grito pela'o tal y como hacían las buenas vecinas antes de los SMS o las tarifas planas de internet. De patio a patio o de escalera a escalera. A lo natural.
Lola!
Qué me he emocionado mucho con tu entrada y que sepan todos los vecinos y transeúntes que me gustas mucho. Qué me gustaste una barbaridad ese día que descubrí tu tarta de naranja y almendras, y hasta hoy que sigo disfrutando de tu cocina y de tu desparpajo. Qué lo sepan todos que el día que nos fuimos de Heuriger con los maromos a cuentas -yo también me lo pasé genial- ese día confirmé todas mis sospechas: que eres una mujer bárbara, flamboyante, la dulzura hecha carne y hueso y con ese salero que solo mi querido Mediterráneo sabe regalar.
Así que tenía que hacerlo. El publicar este pastel tal cual, porque el día que lo publicó me dejó trastornada. Tanto, que si te fijas en su entrada, lo publicó un 4 de noviembre y el 9 ya me lo estaba zampando. No, no tengo tan buena memoria. Tan solo he recurrido a ver la fecha de mi comentario dónde daba debida cuenta del éxito del susodicho. Y por cierto, por aquel entonces andaba sin cámara y no hubo testimonio gráfico de tan tremendo atracón chocomaníaco que vivimos en casa.
Aquel fue el primero pero no el último. Entre unas cosas y otras nunca hubo foto y el día que me pongo con la canon -porque ésta es de esas recetas que quiero conservar en mi cuaderno de bitácora- las fotos no salieron como tenían que salir. No rinden debida cuenta de lo espectacular que es. Mi cámara tiene un problemilla con los blancos y si encima vienen acompañados de un mulatón tan chocochiflante como este pues pierde el foco, el zoom y lo que haga falta. (De hecho, estas fotos, las he cambiado tiempo después. No son tan cutres como las primeras que publiqué)
Este bizcocho se cuece en un baño de salsa de chocolate. El delirio. La primera vez tuve dudas de que pudiera fastidiarse la cocción pero naranjas de la china. Mi toque -como buena tuneadora- ha sido añadirle un puñado de sultanas. Es algo que hago en las galletas de tres chocolates -no la busques que aún no la he publicado- y les da un toque frutal muy especial. Que decir que los chicos no se han enterado y no porque no les guste, al contrario, sino porque sencillamente no se han dado cuenta. Solo saben que este es el bizcocho de chocolate favorito de la casa.
Así que tenía que hacerlo. El publicar este pastel tal cual, porque el día que lo publicó me dejó trastornada. Tanto, que si te fijas en su entrada, lo publicó un 4 de noviembre y el 9 ya me lo estaba zampando. No, no tengo tan buena memoria. Tan solo he recurrido a ver la fecha de mi comentario dónde daba debida cuenta del éxito del susodicho. Y por cierto, por aquel entonces andaba sin cámara y no hubo testimonio gráfico de tan tremendo atracón chocomaníaco que vivimos en casa.
Aquel fue el primero pero no el último. Entre unas cosas y otras nunca hubo foto y el día que me pongo con la canon -porque ésta es de esas recetas que quiero conservar en mi cuaderno de bitácora- las fotos no salieron como tenían que salir. No rinden debida cuenta de lo espectacular que es. Mi cámara tiene un problemilla con los blancos y si encima vienen acompañados de un mulatón tan chocochiflante como este pues pierde el foco, el zoom y lo que haga falta. (De hecho, estas fotos, las he cambiado tiempo después. No son tan cutres como las primeras que publiqué)
Este bizcocho se cuece en un baño de salsa de chocolate. El delirio. La primera vez tuve dudas de que pudiera fastidiarse la cocción pero naranjas de la china. Mi toque -como buena tuneadora- ha sido añadirle un puñado de sultanas. Es algo que hago en las galletas de tres chocolates -no la busques que aún no la he publicado- y les da un toque frutal muy especial. Que decir que los chicos no se han enterado y no porque no les guste, al contrario, sino porque sencillamente no se han dado cuenta. Solo saben que este es el bizcocho de chocolate favorito de la casa.
Ingredientes para el bizcocho:
Ingredientes para el chorreante, perdón, la salsa:
Preparación:
- 100 gr. de mantequilla derretida
- 3 huevos enteros
- 150 ml. de leche (yo uso normalmente suero de leche o de mantequilla)
- 50 gr. de cacao en polvo
- 250 gr. de harina
- una cucharadita de levadura química tipo Royal
- 140 gr. de azúcar (yo 90 gr)
- el zumo y la ralladura de una naranja
- 100 gr. de chocolate con leche troceado (yo la tableta entera. 150 gr.)
- opcional: un puñado de sultanas
Ingredientes para el chorreante, perdón, la salsa:
- 200 gr. de azúcar moreno (yo 120gr.)
- 25 gr. de cacao en polvo
- 300 ml de agua hirviendo (yo 1/2 litro)
Preparación:
- Precalentienta el horno a 180º C. Mezcla en un bol la harina, la levadura y el cacao.
- En otro recipiente, bate los huevos, el azúcar, la leche y el zumo de naranja con la pulpa y un poco de la ralladura -o la mermelada de naranja si estás fuera de temporada.
- Añade la mantequilla que habrás derretido y dejado templar un poco sin dejar que se vuelva a cuajar. Si le añades demasiado caliente puede cuajar los huevos. Mezcla hasta que tengas una masa homogénea y sin grumos. Por último, añade el chocolate troceado y las sultanas.
- En un molde o fuente de de horno con capacidad para 2 litros mínimo, unta un poco de mantequilla y vierte la masa del bizcocho.
- Calienta agua hasta que hierva y disuelve el cacao y el azúcar. Pon la salsa por encima hasta que cubra bien la masa. Hornea unos 30 minutos.Puedes servirlo templado con un buen chorro de salsa por encima. Cuando se enfría, la salsa disminuye pero el bizcocho se queda completamente empapado en el jarabe de chocolate. La leche!
Nota (marzo del 2016)
Han pasado unos cuantas años de este chorreante. En casa lo seguimos degustando porque son de esos dulces que uno no desea olvidar. Hoy lo he vuelto a hornear y he decidido hacerle unas fotos nuevas. Me gusta ir renovando y más en las recetas que más quiero y uso. Creo que en las nuevas se aprecia mejor el aspecto del bizcocho. Esta vez tuve una nueva ayudante, Kira, la hija de mi amiga Karina. Su hermano Kevin ya me ayudó con las fotos en un par de recetas y ella me dijo que también quería... un honor enorme tener ayudantes tan fantásticos :-P
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