Zumo de bayas silvestres de saúco

Bueno, tengo el regustazo de participar en el concurso de comida silvestre que Ajonjoli convoca por segundo año y me sabe a gloria esta entrada porque el año pasado me quedé con una pena tremenda porque cuando me enteré de la idea ya no teníamos nada que recolectar. Ya estábamos con todo recogido esperando las primeras nieves -sí, por aquí a veces el otoño pasa vola'o-.

Me encanta la cultura de la recolección silvestre. Es muy divertida de hacer con niños y un paseo por el bosque se convierte en un juego multiaventura donde además de trotar y saltar tienen que encontrar bayas, frambuesas, avellanas, nueces, lo que haga falta. Para ellos es un juego que les ayuda a comprender mejor el mundo que les rodea y para todos un gusto enorme el saborear las cosas buenas que la naturaleza nos da. Y tengo la suerte de vivir en un zona de mucha bonanza asilvestrada.. como nosotros, que todo hay que decirlo...
El saúco es uno de mis grandes descubrimientos europeos. En España nunca lo había visto y tan solo había oído hablar de él en alguna que otra novela. Aquí lo hay a patadas. Es increíble, me asomo a la ventana y veo saúcos silvestres. En cada camino o cada borde de bosque vas a darte de bruces con un saúco casi seguro. Cada primavera, aquí es recibida con cierto escepticismo ya que uno no tiene muy claro cuando terminarán las heladas y en nuestras retorcidas mentes siempre revolotea la duda de si aún nos quedará alguna nevada tardía. Pero cuando veo que el saúco florece, sé que ya no hay marcha atrás. La naturaleza tiene un plan de ruta que cumplir y el abrigo no está entre sus planes así que sé que llegó el momento de lanzarlo al fondo del armario y aquí paz y después...después unas chaqueticas abrigadas a mano que no se puede bajar la guardia;-)

Las flores de saúco, junto con el Bärlauch -ajo de oso- son las primeras recolecciones que se hacen cada primavera. Las flores están deliciosas fritas o en sirope , un zumo concentrado que vale tanto para preparar refrescos como para apañar salsas y postres tan ricamente. Desde que el saúco florece hasta que sus frutas están maduras, hemos recolectado ortigas en pascua que se preparan igual que las espinacas, diente de león y otros "verdes" que nos comemos en ensalada, rebozuelos -unas setas llamadas aquí Eierschwammerl-en fin, un amplio surtido de comida silvestre que unido a las cosas ricas que nos da la huertecica del jardín, pues nos ponemos mora'os rebajando de paso el peso del carro del supermercado...

Para finales de agosto, las bayas ya están maduras. Se sabe porque los racimos cuelgan para abajo. Es un fruto que no se vende, o lo coges asilvestrado o como mucho de algún jardín de abuelo porque son los únicos que aún mantienen algún que otro arbusto. No se vende fresco primero porque según se recoge hay que cocinarlo. No se deja guardar. Y la segunda y más importante razón, es que no se puede comer crudo. Tiene una toxina que hace que te pilles unos cólicos de mucho cuidado y la tía solo te la cargas con calor -a 80ºC- así que siempre se consume en zumo o en compota. Esta toxina es la que ha hecho que en muchos cuentos y leyendas, las pócimas mortales se hicieran con corteza o ramas de saúco. Y nada más lejos porque tanto las flores como las bayas tienen un montón de usos en la medicinal natural y tanto te valen para un roto como para un descosido.  Y es que es uno de los frutos con mayor concentración de vitamina C - 180 miligramos por kilo- así que de siempre, nunca faltaba en las casas como remedio casero para los resfriados -mezcla un poco de sirope en un té o simplemente con agua caliente- es un antiinflamatorio estupendo y alivia el dolor y los síntomas de la fiebre.. y ojo al temazo, genial como antioxidante y retardar los signos de la edad.. ahhhh, qué quieres, tarde o temprano nos entra el pánico a la arruga y hay que estar en guardia día a día:-)

Y mira lo que son las cosas. Hace un rato me ha picado una avispa - la muy asquerosa-. Inmediatamente me he puesto un trozo de cebolla sobre la picadura pero tenía unos escalofríos y unas punzadas horribles. Me he tomado un vaso de zumo con una proporción de 1/4 de sirope y 3/4 de agua... la inflamación ha desaparecido así como el dolor y los escalofríos:-) y es que la cuenta de la vieja siempre sale...

Así que hala, vamos a darle al saúco para tener algo de cara al otoño, cuando empiecen las corrientes y nos pillen despechugados y de paso, tener un alivio rápido a las picaduras de los bichos asquerosos que a estas alturas empiezan a ponerse nerviosos y lo pagan con el primero que pasa. La reeta que te dejo es para hacer sumo concentrado que a la hora de consumir se mezcla con agua o gaseosa al gusto.



Ingredientes:

  • como 1 kilo más o menos de bayas de saúco
  • 1 litro de agua
  • 2 cucharadas de ácido cítrico o dos limones
  • 200gr. de azúcar

Preparación:
  1. Desgrana las bayas justo después de haberlas recolectado. En una olla las pones a cocer con el resto de ingredientes. Aunque es una baya ácida el uso del ácido cítrico o limón hace que se conserve más tiempo. Cuece aproximadamente 3/4 hora a fuego lento. Retira del fuego y deja que enfríe. Una vez frío o templado, tienes que colar el zumo con un trapo limpio que colocaras encima del colador. Ve filtrando con paciencia y espachurrando las bayas para que suelten todo su sabor. Una vez terminado, guarda en botellas a ser posible de cristal en un lugar fresco y oscuro.
Si quieres aprovechar y hacer también licor de saúco, puedes ver la receta aquí.

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