Nusszopf y Mohnzopf: trenzas rellenas de nueces o semillas de amapola
-Este libro trae un buen consejo, Miguelito: "Conócete a ti mismo"
-¿A ver?
-?
-Pero ... ¿viene sin ningún espejito?
Mi queridísima Mafalda,
Pues no. No te voy a hablar de Mafalda. Lo pongo porque yo sé lo que me digo y aunque ahora no soy capaz de explicarlo confío mucho en que al final de la entrada se me vea el plumero y la suma de esta introducción con la receta nos dé como resultado algo coherente. Ahora mismo, nada prometo que no tengo ni idea de lo que va a pasar porque, para variar, no tengo ningún plan claro sobre lo que voy a contar. Esta incapacidad de verbo -que no de letra que ya sabes que dándole al teclado pocos blogueros me ganan en artículos y preposiciones- decía, puede deberse a que mi cuerpo serrano me pide hablar de alguien y mi mente retorcida se reprime porque tantas veces te he hablado de ella que creo que nos cogerás manía por cursis y pesadas. Y es que nos nombramos tanto en nuestros blogs que nos vamos a borrar el nombre.
Pero así son las cosas. Casi todas nuestras recetas llevan consigo algún guiño porque no solo coincidimos en gustos sino que también disfrutamos como posesas haciendo masas y masitas -como lo llama ella-. Por cierto, mi mote de Doña Sopaes de su cosecha:-) No solo nos gusta cocinar cosas similares sino que también encendemos juntas las velas en adviento y, en los momentos difíciles, cuando estuve en el hospital movilizó a mi familia, amigos y blogueros para encenderme el alma... ya sabes lo mucho que me animó aquel detallazo y lo bien que me hizo sentirme aquel post tan super lindo...
También se da el caso que por problemas de horarios -eso de vivir en hemisferios diferentes lo complica todo mucho más- apenas podemos charlar a gusto y nuestros skypes se distancian mucho unos de otros y los mails, pues a la carrera, a ver! y eso cuando se puede que en alguna ocasión ella adelantó su hora de ponerse en pié para tener un ratico para escribirme antes de marchar a trabajar... así que, nuestra comunicación, nuestro espejito, son las recetas... sí. Así nos contamos lo mucho que nos echamos de menos, o lo mucho que nos gustaría amasar juntas o tomarnos una sopa en verano.. porque para nosotras siempre es verano y siempre invierno, dependiendo de la mitad del mundo a la que mires...
Estas trenzas - Zopf en alemán es trenza. Nuss es nuez y Mohn, semillas de amapola. Así que ya tienes resuelto el misterioso nombre de estos bollos- llevo mucho tiempo queriendo publicarlas porque sé que nada más las vea, se va a reír. Se parecen mucho a su rosca de Estonia. Aquí en Austria, las de fabricación industrial son siempre alargadas pero las caseras, suelen enroscarse para que quepan bien en el horno. Los rellenos típicos son los de nueces y las de semillas de amapola. Dependiendo de la región la masa cambia un poco: contra más te metas en los alpes, más mantequilla llevan. Cuanto más te acerques a regiones de granjeros -como es Estira, mi región- más huevos...
A mí me gustó mucho la masa de la de Estonia, que a su vez me recordó a la de estos bollos turcos... en fin, que le quité huevos y en vez de pincelar como si fuera un bollo normal -con huevo y leche- lo hice con mantequilla para dejar esa corteza crujiente y deliciosa. La conexión bollo ya está trenzada. Pero, y Mafalda? por aquello de que ambas son argentinas, habrás deducido... pero no. No es por eso. La primera vez que entre en la ventolera, me quedé loca con la foto de su perfil. Me recordó mucho a Mariló, compañera de trabajo de hace muchos años y a la que quería muchísimo. Cuando vi ese medio perfil misterioso me dije: "Eh, pero si es monuco!!!" ... eramos tres en el departamento: monuco, pato y bichejo -servidora-. A monuco estuvimos a punto de cambiarle el mote cuando se cortó lo melena y la cambió por una al estilo Mafalda... y por cierto, Mariló y Erika, aparte de ese medio perfil, no se parecen en nada más que en ser dueñas de una sonrisa abierta, sincera y permanente...
Ingredientes para el pan:
Ingredientes para el relleno:
Para hacer el pan como siempre. En un bol grande por la harina y la sal. Mezcla bien. Pon la leche -del tiempo, cuida que no esté muy fría- en un vaso grande o jarra con el azúcar y la mantequilla derretida. Lo mezclas bien. La mantequilla derretida va a templar un poco la leche para que ligue mejor con la levadura. En ningún caso calientes la leche. Desliga la levadura en el líquido. Añade el huevo a la harina y vas echando el líquido poco a poco mezclando y formando poco a poco la masa. La transfieres a la encimera y amasas como unos 10 minutos. Yo en este punto, la dejo descansar otros 10 minutos y vuelvo al ataque. 5 minutos después la paso al bol, la cubro con un paño húmedo o film de plástico de cocina y dejo que la masa doble el tamaño -entre una y media a dos horas-.
Mientras hacemos los rellenos. Es tan fácil como poner todos los ingredientes en una trituradora y hacer una pasta con ellos. Si quedara muy dura, le pones un poco más de leche. Cuenta que se tiene que dejar untar así que la textura ha de ser espesa pero manejable.
Calienta el horno a 200ºC. Divide la masa en dos partes iguales. Haz una bola con una de las partes, pon un poco de harina -muy muy poco- en la superficie y extiende con el rodillo. Con las manos y muy poco a poco vas estirando por los extremos la masa para darle forma de rectángulo. Extiende una capa de relleno por encima y enrolla como tubo por la parte alargada del rectángulo. Pon el tubo sobre la placa de horno con papel de hornear por encima. Con un cortamasas, cuchilla o cuchillo bien afilado haz un corte en el medio del tubo. Dejas un poco en el extremo superior sin cortar. Coges cada cabo y lo trenzas. No hay dificultad que solo son dos cabos:-P Haz lo mismo con la otra mitad de masa.
Puedes dejar las trenzas largas o enroscadas. Para ello coge el extremo abierto y lo escondes en el extremo superior que tiene los cabos unidos por ese trocito de tubo que no hemos cortado. Lo escondes desde arriba hacia abajo porque así no se notará casi el pliegue de unión. Derrites un poco de mantequilla -como una cucharada y media. Yo aprovecho el calor del horno que ya estará casi listo para hornear los bollos- y pincelas las trenzas. Hornea a 200ºC hasta que las trenzas tengan un color dorado y bonito. Si ves que coge color muy rápido, pasados 20 minutos baja el horno a 180ºC.
Para hacer el glas:
Haz una glasa moviendo con una cuchara 3-4 cucharadas colmadas de azúcar glas, un poco de canela, unas gotas de zumo concentrado de limón y dos cucharada de agua o ron (yo uso zumo de manzana turbio). Siempre las hago a ojo. Muevo hasta que tengo una masa cremosa de la consistencia de unas natillas o de un yogur. Rectifica de azúcar o de limón si te hiciera falta pero la consistencia final debe ser una crema que chorrea porque si coges una cucharada y el glas ni se mueve no te quepa duda que necesitas más limón:-D.
Cuando saques del horno las trenzas, las pones sobre una rejilla, dejas que templen un poco y le añades los churretones de glasa por encima. Y si tienes paciencia, deja que se enfríe antes de cortar un trocito
- 400gr. de harina de fuerza
- 25gr. de levadura fresca o un sobre de levadura seca
- 1 cucharada de azúcar moreno
- una pizca de sal
- 30gr. de mantequilla
- 125-150ml. de leche* (no siempre necesito la misma cantidad)
- 1 huevo
Ingredientes para el relleno:
- 200gr. de nueces (o semillas de amapola)
- 50gr. de azúcar morena (o un buen puñado de pasas de sultanas)
- 80gr. de pan rallado
- 120 ml. de leche (suelo necesitar un poco más)
- una pizca de canela
- un chorrito de ron (opcional)
Para hacer el pan como siempre. En un bol grande por la harina y la sal. Mezcla bien. Pon la leche -del tiempo, cuida que no esté muy fría- en un vaso grande o jarra con el azúcar y la mantequilla derretida. Lo mezclas bien. La mantequilla derretida va a templar un poco la leche para que ligue mejor con la levadura. En ningún caso calientes la leche. Desliga la levadura en el líquido. Añade el huevo a la harina y vas echando el líquido poco a poco mezclando y formando poco a poco la masa. La transfieres a la encimera y amasas como unos 10 minutos. Yo en este punto, la dejo descansar otros 10 minutos y vuelvo al ataque. 5 minutos después la paso al bol, la cubro con un paño húmedo o film de plástico de cocina y dejo que la masa doble el tamaño -entre una y media a dos horas-.
Mientras hacemos los rellenos. Es tan fácil como poner todos los ingredientes en una trituradora y hacer una pasta con ellos. Si quedara muy dura, le pones un poco más de leche. Cuenta que se tiene que dejar untar así que la textura ha de ser espesa pero manejable.
Calienta el horno a 200ºC. Divide la masa en dos partes iguales. Haz una bola con una de las partes, pon un poco de harina -muy muy poco- en la superficie y extiende con el rodillo. Con las manos y muy poco a poco vas estirando por los extremos la masa para darle forma de rectángulo. Extiende una capa de relleno por encima y enrolla como tubo por la parte alargada del rectángulo. Pon el tubo sobre la placa de horno con papel de hornear por encima. Con un cortamasas, cuchilla o cuchillo bien afilado haz un corte en el medio del tubo. Dejas un poco en el extremo superior sin cortar. Coges cada cabo y lo trenzas. No hay dificultad que solo son dos cabos:-P Haz lo mismo con la otra mitad de masa.
Puedes dejar las trenzas largas o enroscadas. Para ello coge el extremo abierto y lo escondes en el extremo superior que tiene los cabos unidos por ese trocito de tubo que no hemos cortado. Lo escondes desde arriba hacia abajo porque así no se notará casi el pliegue de unión. Derrites un poco de mantequilla -como una cucharada y media. Yo aprovecho el calor del horno que ya estará casi listo para hornear los bollos- y pincelas las trenzas. Hornea a 200ºC hasta que las trenzas tengan un color dorado y bonito. Si ves que coge color muy rápido, pasados 20 minutos baja el horno a 180ºC.
Para hacer el glas:
Haz una glasa moviendo con una cuchara 3-4 cucharadas colmadas de azúcar glas, un poco de canela, unas gotas de zumo concentrado de limón y dos cucharada de agua o ron (yo uso zumo de manzana turbio). Siempre las hago a ojo. Muevo hasta que tengo una masa cremosa de la consistencia de unas natillas o de un yogur. Rectifica de azúcar o de limón si te hiciera falta pero la consistencia final debe ser una crema que chorrea porque si coges una cucharada y el glas ni se mueve no te quepa duda que necesitas más limón:-D.
Cuando saques del horno las trenzas, las pones sobre una rejilla, dejas que templen un poco y le añades los churretones de glasa por encima. Y si tienes paciencia, deja que se enfríe antes de cortar un trocito
Publicar un comentario