Barritas de muesli y granola de un tirón

Semana caótica, tiempo revuelto, frío, mucho frío. Sí, qué nos llegó el frío! así, a lo tonto. Un día con sandalias y al siguiente casi con abrigo. Un descontrol inmenso de lavadoras, ropa de abrigo que saco, ligera que guardo, la cocina pidiendo a gritos una limpieza -la prueba del dedo llevaba días dando positivo- por cierto, la conoces, ¿verdad? es muy sencillita: presiona levemente el dedo índice de indistinta sea la mano sobre la campana extractora -vale igualmente cualquier otro mueble o repisa- y pasados 3 segundos intenta despegarlo. El mío opuso tal resistencia que por un momento pensé que tendría que recurrir al disolvente, problema doblemente complejo teniendo en cuenta que estaba sola en casa por lo que no me hubiera quedado otra que cortarme el dedo para ir a por la trementina y despegar al susodicho y ¡pa'qué queremos más! una cocina grasienta y ensangrentada ¿imaginas algo peor? bueno, yo ahora sí: tener que limpiarla con un dedo de menos. 

A la tarde, para quitarme la mala conciencia y aparentar ser el ama de casa multitalentosa que tanto me gusta explotar, hice un bizcocho húmedo de manzana, aunque mientras pelaba las manzanas -cientos de manzanitas silvestres con inquilinos dentro y mil y un accesos a su interior- decía, que a la que aislaba la vida interior de las manzanas, me dio la hora de jugar con Lucas a las cartas.Ea, mete a toda pastilla el bizcocho en el horno y corre a jugar... y ¿qué pasó? no, no se quemó, eso hubiera sido fácil. Miré el reloj cuando lo metí al horno- de eso me acuerdo- pero tan solo fue una mirada fugaz y no estuve hábil a la hora de memorizar hacia donde apuntaban las manecillas. ¿Cachis! de nuevo, o estamos ante una obra de mi mala cabeza o es un monumento dedicado a mi estupidez en estado puro. Quién sabe. El caso es que al ser húmedo no hay que dejar que las manzanas se sequen demasiado. Pero si quedan muy húmedas, con el paso de las horas la miga se mojará sin remedio... así que no te creas que la cosa tenía su miga válgame la redundancia. Pero acortando para no aburrirte, sobra decir que esa tarde - el más descontrolado de todos los tiempos- el bizcocho estaba de muerte. Pero Ay de mí, al día siguiente el bizcocho sabroso se convirtió en una masa inmunda que bien podría haber sido el resto de un naufragio. 
La semana dio para mucho más, créeme que hubo más fracasos y más dilemas a lo "me corto el dedo?" así que necesitaba urgentemente un chute energético con el que romper el maleficio que me había caído encima. Las recetas que consulté tenían todas mucha más miel y no las quería dulces. Pensé en reemplazar parte de miel por mermelada pero el temor a que no "cuajara" el muesli por falta de materia pringosa pesaba en mi conciencia. Haciendo gala de mi falta absoluta de sensatez en los momentos cruciales, seguí mi goloso instinto y me dije: si no salen las barritas por lo menos tendré una receta de granola deliciosa que podré usar acompañando a una crema de yogur o unas natillas... este es un consejo que doy a todos los insensatos de este mundo: si no puedes evitar hacer de las tuyas, ten siempre un plan B para que no se note que tus cabezonadas son inútiles... piensa que siempre hay un plan B con qué aprovecharlas.

Dicho y hecho. Se dejaron. Se han mantenido cuajadas y crujientes. Pero el plan B seguía planeando en mi cabeza y mira, para qué quedarte con el plan A cuando puedes tener los dos? cogí una tercera parte de las barritas y las hice migas añadiendo un poco de coco rallado que me gusta mucho. El caso es que granola y barritas de un tirón. Y sin incidentes!


Ingredientes:
  • 400gr. de cereales variados (avena, trigo inflado, corn flakes)
  • 50gr. de semillas (sésamo, lino, chia y amaranto)
  • 100gr. de frutas secas (mezcla de plátano, coco, cramberries, etc.)
  • 100gr. de mezcla de nueces, almendras, cacahuetes, avellanas...
  • 2 cdas. de miel (golosos doblen cantidad)
  • 2 cdas. de mermelada de naranja (golosos doblen cantidad)
  • 3 cucharadas de coco rallado (para la granola)
  • 3 cdas. de manteca de coco (o aceite normal)
  • 150-200gr. de chocolate de cobertura (mínimo 60% cacao)

Preparación :

  1. Precalienta el horno a 170ºC. 
  2. Pon en una sartén la manteca de coco (o el aceite) con la miel y lo ligas mientras hierve la miel. Añade la mermelada y reserva.
  3. Muele las nueces y las semillas en un molinillo o procesador de cocina. Añade los cereales y por último el sirope de miel. Mezcla hasta que esté todo bien pringoso.
  4. En una fuente grande de horno, extiende un papel de hornear previamente mojado en agua. Extiende la mezcla y la presionas bien.
  5. Hornea entre 20-25 minutos hasta que la superficie esté ligeramente dorada. Deja que se enfríe completamente antes de añadirle la capa de chocolate fundido por encima. Para derretir el chocolate lo puedes hacer en el microondas aunque yo lo que hago es aprovechar el calor del horno. Deja que enfríe por completo a temperatura ambiente antes de cortarlo. Puedes humedecer un poco el cuchillo en agua para que el corte quede más preciso.

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