Buñuelos de viento por aquello de reivindicar

Qué raro, verdad?
:-D
El caso es que últimamente no leo ni veo ni babeo por otros foros -y menos por facebook que cuando uno pasa un par de semanas lejos de su influjo al volver a entrar da un agobio del ocho-  pero recibí una invitación de mi querida Lolica de Ajoblanco para que hoy diéramos la nota con recetas típicas de todos los santos. Y mira, no me lo he pensado más. Quizá porque jalogüin  se está dejando notar demasiado en una cultura como la nuestra, la española, que hasta hace bien poco no tenía ni pajolera idea de si la calabaza "Jalo" era un personaje de los Hermanos Grimm o sacada de una película de Tim Barton...

Porque en España, de toda la vida, le hemos dado a otros terrores. Eso de que los niños paseen de casa en casa preguntando lo de "susto o truco" como que no. A mí me llevaban de paseo a los cementerios. Y había que cruzar todo Madrid y cercanías  -un horror- para visitar a todo los parientes con la pata estirada. A mí me daba un miedo horrible, que le voy a hacer. Era muy cagona, y temblaba como una gallina con un simple buh! así que mis hermanos me torturaban con historias para no dormir sobre tumbas que al enterrador se le había olvidado cerrar bien y los señores difuntos salían con gusanos por todas partes y echando una peste mortal...
No pretendo quitarte el sueño con mis pesadillas infantiles pero en este día tan señalado en el calendario siempre había follón en mi casa porque entre unos que pinchaban terriblemente y otros que no parábamos de clocar cual gallinas en gallinero ajeno pues nos poníamos insoportables y mi abuelo que era muy suyo para estas cosas se enfadaba con mi madre porque decía que a estos niños -en estas situaciones dejábamos de ser sus nietos queridos- no se les había enseñado a respetar a los difuntos... Pues mira, porque no me dejaban, porque desde que hago lo que me da la gana, es decir, desde que me hice mayor, yo los respeto muchísimo.. de lejos, que es la mejor manera de vivir y dejar vivir.. ¿? ... uf! la estoy liando...

El caso es que con enfado y todo, mis abuelos nos compraban 2 bandejas de buñuelos rellenos y una de huesos de santo. Ya podía tronar, romperse el cielo o ponernos insufribles en las visitas de rigor. Daba igual,  que los buñuelos no faltaban nunca porque no hay mejor cuartada para un abuelo goloso que tener 5 nietos tragaldabas... Es verdad que el ritual clásico de la visitilla al difunto la he eliminado por completo de mis tradiciones -espantos los justos- y ahora me dedico a otras cosas, como a jugar con Lucas y su pandilla, que nos hemos pasado la mañana con sus muñecos del "teatro" -así los llama él- y aunque estos tampoco tienen mucha sangre en las venas es como que no dan tanta.. fatiga:-P
 Así que mi tradición se salta la primera parte del día pero se apunta a las bandejitas de buñuelos, esta vez rellenos de crema de chocolate blanco y chocolate negro. Los he hecho con esa harina de molienda artesanal que ya he traído más veces. Es un harina sin blanquear y sin separar la cascara ni el germen del trigo lo que la convierte en un harina que se deja manejar muy bien en repostería sin las asperezas de las integrales...

Las cantidades que pongo, por tanto, son para esta harina que necesita más humedad que una blanqueada y menos que las integrales. No te aconsejo que los hagas 100% integrales. Sería un fracaso pero puedes probar malteando un poco el harina y sustituyendo una cuarta parte de la harina por integral.


Ingredientes para los buñuelos:

  • 500 gr. de harina artesanal con su cascara y germen
  • 200 ml. de leche
  • 300 ml. aproximadamente de agua con gas o gaseosa
  • 50 gr. de mantequilla
  • una pizca de sal
  • 5 huevos
  • abundante aceite para freír

Ingredientes para el relleno:
  • 250 ml. de nata montada
  • 125 gr. de chocolate ( yo hice mitad de blanco, mitad amargo)

Preparación:
  1. Pon en una cacerola grande la leche, el agua o gaseosa y la mantequilla a calentar. Cuando rompa a hervir echa de una vez la harina mezclada con una pizca de sal y la mueves con una cuchara de madera todo cuanto puedas (se hace difícil ). Si ves que queda muy dura, le añades más agua.
  2. Separa la cacerola del fuego y vas añadiendo uno a uno los huevos. Si tienes amasadora eléctrica puedes hacer este último paso en ella.
  3. Pon a calentar una sartén con abundante aceite. Una vez caliente, vas añadiendo con ayuda de dos cucharadas montoncitos de masa. Fríe los buñuelos por ambos lados más o menos un minuto por cada lado para evitar que se queden crudos por dentro
  4. Para preparar las cremas, bate la nata hasta montarla. Derrite el chocolate -da igual si es blanco o negro- o al baño maría o en el microondas y lo mezclas con la nata. Deja que repose como una media hora antes de usarlo.  Rellena cada buñuelo con ayuda de una manga pastelera.

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