Mujeres que sabían demasiado y un menú sirio
La vida! ay la tía! como nos enseña. Porque los libros -los sabios, claro- siempre se han escrito de experiencias, de saber, de vivencias... la ciencia infusa del vivir es fe pura y dura, que puede imprimir valor en los tiempos difíciles pero no enseña a sobrevivir... Mis reuniones de mujeres son eso, sapiencia en estado duro. Las que huyen de guerras, de persecuciones, del sin vivir cuando nada se tiene y se emigra buscando un futuro a secas. Quizá no para ellas, pero sí para sus hijos. Las que se enamoraron perdidamente -servidora!- y dejando todo atrás, llegaron a Austria con las maletas llenas de apegos rotos pero ni una blusa de más que la compañía aérea no recitara en su normativa...Mujeres que saben demasiado pero que se apañan con poco. Con tampoco, que muchas veces son las últimas en la cadena familiar para integrarse en su nuevo mundo. A ellas nunca les llega ni el tiempo ni el dinero para tomar clases de alemán o para hacer vida social con otras mujeres del lugar, con las que a veces surgen barrancos de incomprensión y desconfianza... así que la cocina nos acerca, nos auna pese a nuestras diferencias y sobre todo, hace que hablemos con libertad. Mira, una chica del grupo contaba que su hermana, ha ido a dar un canalla. El tío se bebió en bares y discotecas todo el oro del ajuar de novia de ella y cuando solo le quedó el anillo de casada, la hizo 4 hijos en media docena de años. Ahora, el muy animal, se bebe en juerga diaria el dinero de las ayudas sociales... mientras, ella, lo más lejos que ha salido de su casa ha sido para ir a parir al hospital...
Quizás por eso, estas sesiones de cocina internacional solo se hacen entre mujeres. Es verdad que algunas no se sienten cómodas con hombres delante o sus maridos no las permitirían ir si algún varón pisara suelo de guisar... tristemente, muchas no vienen porque sus maridos no se lo permiten, no vaya a ser que espabilen, que consigan apoyo o consuelo o quién sabe! lo mismo encuentran trabajo y los mandan a hacer puñetas!
Ea! lo dejo que me caliento y luego, me quemo la lengua. Solo decirte que son chicas duras, recias, de miradas tiernas y francas... otras, en cambio, según cruzamos la puerta entramos chaspando como cotorras, preguntando desde el clásico de dónde eres, a cuántos hijos, qué haces, qué comes, qué simpática eres qué... sí, qué petarda! pero un petardeo que nos encanta, que hace ver que todas estamos igual, algo solas y con unas ganas tremendas de comernos el mundo:-)
Este mes, han cocina 3 mujeres sirias. Os traigo el menú y las recetas, algunas ya conocidas y otras nuvas. En cualquier caso, una sorpresa de lo más gustosa....
Tabbouleh (para 4 personas):
- Un ramillete bien hermoso de perejil
- 1/2 kilo de tomates
- 1/2 pepino
- 2 cebolletas
- el zumo de 2 limones
- sal a gusto
- 1/2 taza de de bulgur
Preparación:
Cuece el bulgur siguiendo los pasos del paquete -no te cuento nada que cada uno es un mundo-. Picas las verduras y el perejil en trozos muy finos. Añade la sal, el zumo de limón y deja que repose unos minutos para que los jugos cojan bien el sabor. Añade el bulgur una vez cocido y después de que haya templado
Burgul (para 4 personas)
- 2 tazas de bulgur
- 1/4 de taza de fideos
- 1 y 1/2 cucharada de aceite
- 3 tazas de caldo
Preparación:
En una cazuela o cacerola, tuestas los fideos con el aceite. Añades el bulgur y las tazas de agua. Cuece a fuego lento y tapado hasta que consuma el agua. Cuando lo vayas a servir, lo mueves bien con una cuchara de madera para que quede suelto en el plato.
Shish Barak (para 4 personas)
Para la masa de los raviolis:
- 1/2 kilo de harina universal de trigo
- 1/2 cucharada de sal
- 3-4 cucharadas de aceite
- 1 taza de agua
Para el relleno:
- 250gr. de carne picada
- 1 cebolla
- sal y pimienta
- un poco de aceite
Para la salsa:
- 1/2 kilo de yogur entero
- 1/2 taza de arroz redondo
- 5 dientes de ajo
- sal
- aceite
Preparación:
Mezcla el harina con la sal. Añade el agua poco a poco y vas amasando. Añade el aceite y amasa hasta que tengas una pasta algo dura. Deja que repose una media hora.
En una sartén con un poco de aceite, saltea la cebolla hasta que transparente y añade la carne pica. Salpimienta y deja que enfríe un poco.
Precalienta el horno a 200ºC. Con ayuda de un rodillo, extiende la masa corta círculos de unos 5-6 cm. y rellena como si fueran empanadillas. Dóblalas uniendo ambos extremos y las colocas sobre una fuente de horno. Las horneas un poquito hasta que estén ligeramente doradas. No hay que cocinarlas, de lo que se trata es que se endurezca la masa de los raviolis para que al cocinarlos con la salsa no se queden pastosillos.
En una cacerola profunda, saltea con un poco de aceite el arroz. Añade el yogur y cocina hasta que el arroz esté tierno. Para darle consistencia a la salsa, tritura un poco la salsa con una batidora eléctrica. Añade los raviolis y cuece el conjunto unos 5 minutos sin dejar de mover porque se podría agarrar al fondo. A parte, fríe unos ajos previamente machacados en un poco de aceite. Pasa los raviolis con su salsa a una fuente y reparte por encima los ajos y el aceite de freírlos.
Nammura (4 personas)
- 1 y 1/2 taza de sémola de trigo
- 1/2 taza de harina universal
- 1/2 taza de azúcar
- 3/4 de taza de leche
- 1/4 de taza de aceite
- 1 sobre de polvos de hornear
Para el almíbar:
- 1 taza de agua
- 3/4 de taza de azúcar
- 2 cucharadas de zumo de limón
- unas almendras para decorar
Preparación:
Precalienta el horno a 180ºC. En un bol amplio, pon el harina, la sémola, los polvos de hornear y el azúcar. Los mezclas bien y añades el resto de ingredientes (leche y aceite). Lo bates hasta que no quede ningún grumo. Pásalo a un molde cuadrado o rectangular previamente engrasado y decora con unas almendras enteras.
Hornea hasta que esté dorado por encima y cuajado por dentro. Lo retiras del fuego, dejas que temple un poco antes de mojarlo con el almíbar templado que lo habrás hecho en un cazo llevando a ebullición todos los ingredientes juntos y dándole un hervor unos 3-4 minutos antes de retirarlo del fuego.
Hornea hasta que esté dorado por encima y cuajado por dentro. Lo retiras del fuego, dejas que temple un poco antes de mojarlo con el almíbar templado que lo habrás hecho en un cazo llevando a ebullición todos los ingredientes juntos y dándole un hervor unos 3-4 minutos antes de retirarlo del fuego.
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