Ensalada de col china para mirarse mejor
Si en lugar de estar sentado delante de la pantalla de tu ordenador lo estuvieras en un patio de butacas en ese preciso momento en el que empieza a levantarse el telón, sonaría una música de violines. Tenue, sin prisas. A medida que los personajes van mostrándose cada uno en su posición -puede que marcada con tiza- veríamos que no miran al patio sino que cada cual miraría a su comparsa. Muy posiblemente, no articularían palabra. Digo, seguro que no. Recuerda que esta es mi función, así que hablo con conocimiento de causa... decía, estarían mudos, absortos en mirarse unos a otros mientras una voz en off, rota por los carajillos al amanecer y algunos más regados con nocturnidad y alevosía... otra vez me pierdo.
Decía, esa voz nos hablará del embrujo de la mirada. No serán ojos poderosos que embelesan ni embriagan, ni ojos con superpoderes, como esos prestidigitadores de antaño que eran capaces de hacerse con la voluntad de su audiencia con solo clavar sus pupilas en el público. Tampoco nos hablará de miradas estudiadas delante de un espejo, ni de ojos acuosos, ni siquiera con un poquito de rimel. Solo aludirá a esa cadena de ojos que se encuentran unos con otros y estos a su vez con otros y estos con más. Ojos miopes, sinceros, vacíos, alegres, saltones, ojos grandes, chicos, rasgados, de lince, de buho, de ratuca, de pillo... ojos normales, al fin y al cabo. Tanto que de pura normalidad el alma entra en estado de shock. No sabe que sentir, así que prefiere callar hasta estar seguro de no decir una barbaridad que haga que los ojos de enfrente miren para otro lado...
Y en ese punto, es donde comienza la función. El espectador está a un acto de conocer el poder y la magia que esconden unos ojos cuando miran a otros. Los actores están acostumbrados a mirar con el rabillo del ojo al publico, al apuntador y a estar atentos de no pisar a la actriz de reparto. El cuerpo, en posición tres-cuatros, sin dar la espalda nunca al espectador. Pero la mirada, siempre avizor, no busca ojos en los que clavarse. Quizás para que no le juegue malas pasadas y en medio del acto más dramático y sobrecogedor, les de a Romeo y Julieta por desternillarse de risa cuando ella puñal en mano declara que se va a quitar la vida porque no puede vivir con tanta pena... o es qué nunca te pasó? que miraste al compañero en pleno sermón y os dio por partiros de risa así, a lo tonto. Por pura risa...
Pues este es, por si no te has dado cuenta, el escenario de la vida. Unos en el escenario, otros entre bambalinas, otros en el gallinero, en palcos o en el patio de butacas... cada uno el lugar que decidió o le tocó, no es la cuestión ahora. Hoy la función va de miradas. Mi hilo conductor a esta trama, ha sido Susana, la conozco desde hace poco pero me chifló como escribe y de qué escribe. Por cierto, tiene una pequeña parafarmacia en Badalona así que si quieres saber o conocer algún hierbajo alternativo para dolencias moderadas o crónicas, seguro que te será de mucha ayuda. Y encima hace reparto a domicilio. Quién viva por la zona ya sabe lo que tiene que hacer, baetulear un ratico con Susana :-)... decía -que otra vez me voy del hilo- que su post me ha resultado muy interesante y enriquecedor. A través de ella, he conocido la iniciativa Mírame, diferénciate, pequeños gestos y una mirada igual a esperanza, alivio y amparo. Siempre lo he dicho. Podemos hacer mucho más de lo que hacemos por los demás. Pequeñas cosas que nos devuelven la fe en las personas. Porque no todo está perdido, el embrutecimiento global del planeta aún está a tiempo de corregirse. Pero la humanidad necesita tus ojos.. no, nada de trasplantes. Tu mirada. Para sentirnos mejor:-) gracias Susana.
Las cosas vienen unidas por hilos invisibles. Poco antes de que Susana me hablara de lo fundamental que es el contacto visual no solo en nuestra vida sino también en el cuidado de enfermos, yo acababa de descubrir a una chica, madre de 3 críos que me ha dejado loca. Buscaba una receta concreta y llegué a su blog a pesar de no ser de recetas. Dice que abrió el blog por no tirarse a la botella... su hijo pequeño tiene una enfermedad de las llamadas raras, han pasado por todo tipo de experiencias. Muy enriquecedor y muy humano.... ya os contaré la próxima vez... este es solo el primer acto.
Ingredientes:
Preparación:
- 1/2 col china rallada
- 2 zanahorias medianas ralladas
- unos rabanitos también rallados
- 3-4 cucharaditas de sauerrham, crema agría o yogur
- 1 cucharadita de mostaza
- 1 cucharadita de miel
- 2 cucharaditas de eneldo fresco picado
- sal y pimienta
- vinagre de manzana a gusto
- un buen aceite que no sea de oliva. Yo uso uno que es especial para ensaldas, con una mezcla de aceites de semillas. Algo muy puntual porque vale cualquier aceite de semillas: canola, girasol, etc. La cantidad va a gustos aunque yo suelo usar unas 4 cucharadas.
Preparación:
- Pon los ingredientes rallados en una ensaladera. En un bol, mezcla la miel, la mostaza y la crema agría. Añade la sal, la pimienta y las hierbas frescas. Mezcla hasta que quede completamente lisa y sin grumos. Añade el aceite poco a poco sin dejar de batir para que quede cuajado y con consistencia el aliño.Mezcla el aliño justo en el momento de servir. Si lo mezclas antes, perderás la consistencia y se quedará el aliño acuoso. Disfruta!
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