Rancho canario

Cuando uno se va a la francesa es casi obligado regresar dando explicaciones, así que voy a intentar inventarme una excusa convincente que justifique estos meses de silencio. Descarto la más socorrida: "Uf, nada de tiempo para cocinar, fotografiar y publicar". Se desmonta sola porque desde mi último bizcocho he arreglado fotos de alguna que otra entrada de las primeras, de esas que no había ni por donde cogerlas. Además, no te creas que este rancho está recién sacado de la olla. Estaba el pobre olvidado en mi carpeta de borradores igual que otras tristes entradas que se han quedado atrapadas sin pulsar el botón naranja de "publicar". ¿Por qué? a saber. Cosas que pasan a lo tonto.
Si es cierto, que en invierno publico poco y es consecuencia directa de la falta de luz. Aquí en Austria nos quedamos a oscuras muy pronto así que son varias las veces que una receta se queda sin estampas porque en el último momento, dispuesto todo para enfilar el objetivo, la tarde cayó en un abrir y cerrar de ojos dejando mi cocina a oscuras. Pero de nuevo no es excusa, mi día es igual de largo que el tuyo o el de cualquier hijo de vecino. No es cuestión de horas sino de organizar bien las mismas y eso, cuando me lo propongo, lo consigo sin grandes esfuerzos.
Creo que no engaño si te digo que me alejé del blog por el mismo motivo que lo he hecho en las anteriores ocasiones. Desmotivación pura y dura. Me desinflo y noto que hago platos forzados y escribo forzada y me quedo requeteforzada esperando noticias al otro lado del hilo, deseosa de encontrar calorcito humano, a alguien que se pase y lea mis historietas y ojee mis recetas. Algún parroquiano que diga hola, o mande un beso, o deje un comentario chorra que por muy chorrada que sea son entrañables y cariñosos... todo menos aquellos "que rico me lo llevo" de hace años que me atacaban los nervios a rabiar.
Y es que, una de las consecuencias de arreglar fotos en entradas antiguas, es que las he releído -lo mismo que los comentarios- y de puro sin querer termino melancólica. Antes éramos una comunidad más abierta y participativa. Ahora usamos roles sintéticos en Facebook o Instagram, más efectivos tal vez, en los que hemos perdido el roce y esa frescura de antes. Es un hecho.
Creo que no engaño si te digo que me alejé del blog por el mismo motivo que lo he hecho en las anteriores ocasiones. Desmotivación pura y dura. Me desinflo y noto que hago platos forzados y escribo forzada y me quedo requeteforzada esperando noticias al otro lado del hilo, deseosa de encontrar calorcito humano, a alguien que se pase y lea mis historietas y ojee mis recetas. Algún parroquiano que diga hola, o mande un beso, o deje un comentario chorra que por muy chorrada que sea son entrañables y cariñosos... todo menos aquellos "que rico me lo llevo" de hace años que me atacaban los nervios a rabiar.
Y es que, una de las consecuencias de arreglar fotos en entradas antiguas, es que las he releído -lo mismo que los comentarios- y de puro sin querer termino melancólica. Antes éramos una comunidad más abierta y participativa. Ahora usamos roles sintéticos en Facebook o Instagram, más efectivos tal vez, en los que hemos perdido el roce y esa frescura de antes. Es un hecho.
Pero al mismo tiempo, he sido completamente consciente que este blog lleva recogidos más de diez años de mi vida, casi toda la infancia de Lucas, nuestro día a día, mensajes a mis amores, guiños, complicidad. Ahora se que no puedo dejarlo, que tengo que seguir documentando mi vida y dejando recetas a los que vienen por detrás. Éste es al fin y al cabo un legado muy importante de mi vida. Hay que seguir.
Ingredientes:
(Receta de un libro de cocina canaria que me regalo Tesa hace años)
(Receta de un libro de cocina canaria que me regalo Tesa hace años)
- 300gr. de garbanzos
- Chorizo a tu gusto
- 1/4 de pollo
- 200gr. de carne a tu gusto
- Tocino veteado (yo no le pongo)
- 1 cebolla pequeña
- 2 dientes de ajo
- Un poco de salsa de tomate
- 700gr. de papas peladas
- Un par de puñaditos de fideos medianos
- 1 vasito de vino blanco
- unas hebras de azafrán
- 1 cdta. de pimentón
- unos cominos machacados
- Sal y un poco de aceite de oliva
Preparación:
- Por un lado, cocemos a fuego lento los garbanzos (puestos en remojo la víspera), la carne, el chorizo y el pollo bien cubierto de agua con sal. Se van sacando las piezas a medida que estén cocidas y tiernas (primero el chorizo, luego el pollo y finalmente la carne y los garbanzos). Troceas las carnes y el chorizo y lo reservas todo mojado en su propio caldo.
- Mientras, fríes en otra cazuela la cebolla y el ajo en un poco de aceite de oliva. Añades la salsa de tomate, el pimentón, el azafrán, lo cominos y el vino. en este punto, yo lo paso todo por la trituradora para que quede el caldo limpio. Añade a este sofrito las papas cortadas en trocitos y cúbrelas con caldo de cocer la carne y los garbanzos.
- Pasados 15 minutos, añade los fideos y el resto de ingredientes (pollo, carne, chorizo y garbanzos). Deja que cueza unos 10 minutos hasta que las papas cojan el punto.
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