Cestas de muesli con mascarpone y frutas
Un niño de 9 años, en un pueblecito francés de las afueras de Angulema, ha estado viviendo solito después de que su madre se mudara a vivir con su novio a otro pueblo a cinco kilómetros de distancia. Durante dos años, el crío se fue apañando como buenamente pudo hasta que los vecinos, por fin, decidieron dar parte a las autoridades.Parece que, al principio, la madre desaparecía durante días pero iba dejando al niño medio atendido en lo referente a comida o pagar facturas de luz, calefacción, etc. Después, se fue despreocupando cada vez más y no se sabe con certeza cuanto tiempo ha pasado el niño sin calefacción, agua caliente o sin luz en la casa.
La criatura se iba apañando como podía; al cole acudía limpio, hacía sus deberes y sacaba buenas notas así que nadie evaluó el peligro. Dos años, que se dice pronto. Llegó un momento que tuvo que empezar a robar principalmente para comer y ahí es donde algún vecino decidió denunciar y la policía se encontró con el drama.
A la madre le han sentenciado a 6 meses de prisión. Poco me parece. Al padre ni eso, absuelto porque vivía en otra ciudad. Lamentable que este asunto legalmente se siga tratando como que los hijos son responsabilidad solo de las madres.
¿Quién puede compensar a este crío de esos años de abandono absoluto por parte de su familia, porque imagino que además de padre y madre también tendrá abuelos, tíos, primos... no sé. La alcaldesa de la ciudad dice que nada en la conducta del niño daba a entender que algo fuera mal en casa. ¿En serio? La soledad de un niño, ¿no se ve? que no llevara su almuerzo, que no vieran que pasaba hambre y frío... ¿Qué nos está pasando como sociedad, como comunidad? qué ciegos estamos ante lo humano, lo frágil. Un niño que vive sin ternura no es que se vea, ¡se huele, por dios!
Estas cestitas se las dedico a esta criatura, a este adulto forzado y envuelto en cuerpecito infantil que el desapego de todos los adultos de su vida, le han llevado a vivir en la soledad y tristeza más absoluta. Karma, ojalá existas.
Estas cestitas se las dedico a esta criatura, a este adulto forzado y envuelto en cuerpecito infantil que el desapego de todos los adultos de su vida, le han llevado a vivir en la soledad y tristeza más absoluta. Karma, ojalá existas.
Ingredientes para las cestas de muesli (salen 6):
- 20gr. de mantequilla
- 90gr. de avena
- 30gr. de nueces a tu gusto (yo he usado nueces del paraíso, pecanas y almendras)
- 70gr. de panela
- 20gr. de miel o jarabe de arce
- una pizca de sal
- 1/2 cdta. de canela
- 30gr. de fruta seca (yo he usado cramberries y cerezas ácidas)
- 20gr. de coco rallado
- 40gr. de harina integral
- puede que necesites un poco de leche
Ingredientes para la crema:
- 50gr. de nata para montar
- 120gr. de mascarpone
- ralladura de naranja y el jugo de media naranja
- vainilla
- 30-50gr. de azúcar (a tu gusto)
- 75gr. de Saurrham o yogur griego
- Frutas a tu gusto
Preparación:
- Pica primero las nueces y si hace falta, también las frutas secas.
- En una sartén a fuego medio, derrite la mantequilla. añade la avena y las nueces. Salteas hasta que coja un poquito de color, lo retiras del fuego y le añades el resto de ingredientes. Yo necesité añadir 3 cucharas de leche para poder ligar bien la masa. Si ves que no coge consistencia, usa también una poquita.
- Precalienta el horno a 160ºC.
- Rellena un molde de 6 de muffins o magdalenas. El mío es de silicona y no necesita mantequilla pero si no, deberás untarlo con un poco de mantequilla extra. Hornea unos 20-25 minutos hasta que veas que ha dorado un poquito. Deja enfriar por completo.
- Para la crema, monta primero la nata. Añade la ralladura, el jugo, la vainilla y el mascarpone. Bate hasta que no tengas grumos. Añade por último el yogur y bátelo lo justo porque si no se hará muy líquido.
- Monta las cestas: rellena con la crema y coloca las frutas a tu gusto. DEja que repose en la nevera unos 10 minutos antes de servir.
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