Pudin de chocolate con frambuesas
Ya lo dijo la Marmota en su día de las fresas: "..después de esto es difícil reconocer como fresas a esas pobres frutillas que han estado en alguna cámara frigorífica.."
El acontecimiento fresero, se celebra entre mayo y junio. No en todos los campos se recoge al tiempo. Tiene mucho que ver en qué parte del valle se encuentra cada campo lo cual nos permite ir haciendo una recolecta escalonada, y cuando en una plantación se acaban peregrinamos en busca de las matas tardías...
En cambio, con los campos de frambuesas es otro cantar. Desde que se acaban las fresas, las esperamos como agua de mayo y a veces la impaciencia nos puede. Cada vez que pasábamos con las bicis por la granja nos desviábamos a ver si ya ... la decepción inicial de aún no quedaba compensada con la creciente esperanza de ya casi y en una de esas visitas nuestras esperanzas se vieron colmadas. El granjero andaba cerca con el tractor y nos avisó de que, aunque aún pocas, por fín ya!
Pero esa historia es agua pasada. Éstas que ves, son la recompensa a varios días de calor y mucho sol, en pleno apogeo de las matas y la emoción se refríe con la ilusión de comprobar que aún faltan muchas por madurar... y el corazón -o los jugos gástricos- se inundan de alegría ante tanto apogeo presente y futuro. Pero para alegría, la de los enanos. Correteando a sus anchas sin tener que andar con el "cuida que vienen coches, que vienen bicis, cuida que no te pierdas"... libertad sin tapujos, sin condiciones. Y entre carrera y carrera pican de aquí y de allá porque los niños no pagan...
Una forma distinta de comprar fruta a precio de supermercado aunque este paseo entre los arbustos no tiene ni punto de comparación con los lánguidos pasillos de nuestra sucursal agro-alimentaría -vaya, en mi caso el Spar-. Me viene a la cabeza esos eslóganes antiguos del ramo a lo "tu tienda de confianza"... me cachis, ciega! así díme tú quién no compra fruta a ciegas... bueno, bien mirado casi que no, porque ojo con la competencia por la frambuesa que tiene muy mala uva y sino, mira tú como estaba el bote de visitantes no deseados...
De vuelta a casa, una comida ligera, una siesta a la fresca y una merienda sabrosa que de sencilla casi daba risa. Un sencillo pudin de chocolate que no se tarda nada en hacer.. y ¿porqué lo solemos comprar ya listo para usar? no tiene sentido, he visto que tardo lo mismo en preparar uno que otro pero el sabor, cachis, ese es otro cantar. Como casi todo lo sencillo que sale de una cocina, un placer magnífico que disfrutamos como enanos.
El acontecimiento fresero, se celebra entre mayo y junio. No en todos los campos se recoge al tiempo. Tiene mucho que ver en qué parte del valle se encuentra cada campo lo cual nos permite ir haciendo una recolecta escalonada, y cuando en una plantación se acaban peregrinamos en busca de las matas tardías...
En cambio, con los campos de frambuesas es otro cantar. Desde que se acaban las fresas, las esperamos como agua de mayo y a veces la impaciencia nos puede. Cada vez que pasábamos con las bicis por la granja nos desviábamos a ver si ya ... la decepción inicial de aún no quedaba compensada con la creciente esperanza de ya casi y en una de esas visitas nuestras esperanzas se vieron colmadas. El granjero andaba cerca con el tractor y nos avisó de que, aunque aún pocas, por fín ya!
Pero esa historia es agua pasada. Éstas que ves, son la recompensa a varios días de calor y mucho sol, en pleno apogeo de las matas y la emoción se refríe con la ilusión de comprobar que aún faltan muchas por madurar... y el corazón -o los jugos gástricos- se inundan de alegría ante tanto apogeo presente y futuro. Pero para alegría, la de los enanos. Correteando a sus anchas sin tener que andar con el "cuida que vienen coches, que vienen bicis, cuida que no te pierdas"... libertad sin tapujos, sin condiciones. Y entre carrera y carrera pican de aquí y de allá porque los niños no pagan...
Una forma distinta de comprar fruta a precio de supermercado aunque este paseo entre los arbustos no tiene ni punto de comparación con los lánguidos pasillos de nuestra sucursal agro-alimentaría -vaya, en mi caso el Spar-. Me viene a la cabeza esos eslóganes antiguos del ramo a lo "tu tienda de confianza"... me cachis, ciega! así díme tú quién no compra fruta a ciegas... bueno, bien mirado casi que no, porque ojo con la competencia por la frambuesa que tiene muy mala uva y sino, mira tú como estaba el bote de visitantes no deseados...
De vuelta a casa, una comida ligera, una siesta a la fresca y una merienda sabrosa que de sencilla casi daba risa. Un sencillo pudin de chocolate que no se tarda nada en hacer.. y ¿porqué lo solemos comprar ya listo para usar? no tiene sentido, he visto que tardo lo mismo en preparar uno que otro pero el sabor, cachis, ese es otro cantar. Como casi todo lo sencillo que sale de una cocina, un placer magnífico que disfrutamos como enanos.
Ingredientes:
Preparación:
- 1litro de leche
- 150 gramos de chocolate (con leche o amargo, al gusto de la prole)
- 40 gr. de maicena
- 40 gr. de azúcar morena (para los golosos puede que sea poca)
- 20 gr. de cacao
- 1 cucharadita de azúcar avainillada
Preparación:
- Pon a calentar la leche a fuego lento. Cuando esté templada, retira un poquito (como un poco más de cuarto de vaso) y añade el chocolate cortado en trozos, el cacao y el azúcar. Remueve hasta que esté el chocolate derretido.
- En la leche que hemos separado deshaz la maicena y cuida que no queden grumos. Cuando empiece a hervir la leche con chocolate (que no habrás dejado de remover), añade la maicena disuelta y remueve hasta que espese la crema.
- Pon el pudin lo más rápido posible en unos tarritos o cuencos y tápalos con film de plástico para que no haga costra. Cuando vayas a servir, retira el film y coloca tantas frambuesas como puedas. No dejes ni un hueco libre:-)
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