Rocky Crunch cakes y un Big Bang de estar por casa

Cuando yo fui canija -juro que lo fui- me dijeron en el cole que el universo era infinito. No sé si me mintieron adrede o de puro sin querer pero ahora todos los científicos sacan punta a esa afirmación. El Uni, en verso o en prosa, es finito pero ilimitado. Sobra decir que para una paletita como yo de cerebro limitado -aunque de infinita imaginación- se le recuecen las neuronas intentando localizar la diferencia entre ambos conceptos. He leído en algún lugar que es como si una hormiga caminara sobre una bola esférica que por mucho que corra jamás llegará a la meta y mucho menos se dará de napias con una pared. De nuevo mi papilla gris se recuaja intentando entender qué carajo hace una hormiga caminando sobre una bola como si no tuviera mejor cosa que hacer. Y lo más importante, ¿quién puso la hormiga? Sí, agárrate fuerte que el tema se va complicando...
Dejando la biblia a un lado -de momento- todo comenzó con un big bang o con el Big Bang. Sobre si fue único y todopoderoso o resultó ser uno de tantos de esos a lo "yo pasaba por aquí" nada se sabe. La ciencia -como de todo tiene que saber la muy listuca- introduce la lógica humana al algoritmo para determinar que si antes del Big solo había nebulosa, sería sensato suponer que en la fase pre del tinglado nada había. Aunque del todo cierto parece que tampoco porque se rumorea por ahí que cuando el requetebang hizo lo que hizo, el universo era del tamaño de la cabeza de un alfiler y quemaba a rabiar porque el muy canalla tenía un montón de energía reconcentrada a la espera de explotar en cuanto se le pusieran a tiro. Y así lo hizo.

Eso sí que se sabe. Desde el segundo cero a cómo han llegado las tomateras a mi jardín se sabe todo al dedillo. Se dice que el universo tiene 13.700 millones de años y que por tanto, es observable hasta esa misma distancia, es decir, a 13.700 redundantes y sonantes millones de años luz y que aún se expande a razón de un año-luz por año-juliano, es decir, 9.460.730.472.580,8 km. Dicho así, a uno le entra como fatiga solo de pensarlo y la mente se precipita a preguntarse estupideces a lo ¿pero cómo se expande, a lo largo a lo ancho? ¿engorda o se estira? ¿queda hueco fuera del universo para expansiones? ¿Quedan muchas vacantes? ¿qué pasará cuando el universo tenga overbooking? pero para resumir y no plantear más absurdos yo me pregunto, así, precipitadamente: sí aún está creciendo la criatura, ¿qué master del universo se atreve a afirmar que el susodicho es limitado ilimitado? o limitado infinitamente? o ilimitado hasta el finito? sinceramente, yo soy de letras -bueno, un año hice mixtas- así que muy de confianza no soy pero de leer e interpretar las letras sí, créeme que un poquito sí que se me da bien y te prometo que contra más leo, más me lío y eso no es justo. En absoluto. Se supone que uno lee para aprender y hallar respuestas y no para terminar con un entripado insustancial y existencialista a lo El mundo de Sofía, y lo que son las cosas, querer encontrar respuestas concretas en la astronomía es lo mismo que buscarlas en la filosofía o la teología. Terminas con una diarrea mental que no hay infusión que te la calme...
Y en este sin vivir es como nos tiene la ciencia. Con un lío bárbaro y sin saber qué pensar. Antiguamente, la cosa fue fácil. Miraron al cielo, lo dibujaron y lo agruparon formando figuritas de animalitos. Intentaron darle una explicación coherente al reparto para que las atracciones cósmicas tuvieran su puntico mágico y aunque no todos los dibujines terminaron en animalotes, la mayoría sí. "Oiga, no me pongan cola a virgo que luego la liamos parda y a leo más melena por favor"... y ¿para qué tanto lío, tanto dolor de cuello mirando para arriba y haciendo galimatías con los punticos estelares? pues para lo de siempre, alma cándida. Como de momento no había vendedores de biblias - éstos llegaron un puñado de años más tarde- y la teoría del Big Bang -seamos sinceros- de haberla contado algún insensato le habrían retorcido las tripillas en un calvario o algo peor... pues ea, hagamos que la gente crea en las estrellas y en los buenos -malos- augurios según nos convenga... y así se hizo.

Y cómo suele ser normal en mí, este post no ha sido escrito de una lobada. Anoche estaba rota y hoy lo retomo a ver si llego al fueron felices y comieron galletas. Así que, como tenía esta cantinela en la cabeza, a la que Lucas salía del cole y aprovechando que caminábamos con Kira, quise hablarles de este descarajal llamado universo. Kira me preguntó en qué parte del universo estamos, si en la parte de arriba o en la de abajo y que por qué no nos caemos. Le conté por encima el experimento de la manzana y bueno, nos dio para un par de risas pero ahí quedó esa duda vitalicia que desde luego cambiaría muchas cosas de ser investigada. Imagina que descubrimos que los australianos no viven bocabajo y que el norte es sur y el sur vete tú a saber. A mí me entró un poco de vértigo, para qué mentir.

Lucas por su parte quiso saber quién creó ese mini universo del tamaño de un alfiler y quién disparó el Big Bang... Ay estos niños! sé que va a sonar más a abuela que a madre pero Ay que ver qué listos que son. Yo, que creía que les iba a dejar con la boca abierta contándoles maravillas astronómicas y los tipos de planetas y de estrellas y de... de nada, nebulosa pura, porque la que se quedó con la boca abierta fui yo...
Y si la ciencia está tan pez, por qué rechaza tan de pleno la teoría bíblica - la de los 7 días incluida jornada de descanso- cuando suena igual de descabellado lo de la cabeza de alfiler energética confabulada con una explosión cósmica salida de la nada... y cómo me preguntaban los chicos ¿quién está detrás de todo esto y por qué no lo cuenta? Yo, si continuara aplicando mi lógica autóctona -la humana- tendría que hacer una acusación muy severa de consecuencias irreparables para la humanidad, algo a lo "Estudios recientes -y tanto, porque apenas hace un par de días que me empollé el tema- apuntan a creer que la formación del universo obedece al capricho de un ente superior que no habla porque no le da la gana y casi seguro que no lo hace porque tiene algo malo que ocultarnos. La comunidad científica posee datos fehacientes que demuestran que la ambición de este ente es infinitamente insaciable y continúa aumentando su poder con total impunidad conquistando territorios nebulosos e inexplorados calculados en 9.460.730.472.581 km. anuales. Se espera que en los próximos días la ONU redacte un informe con sus demandas previas al reconocimiento oficial del susodicho ente, exigiendo que sea explicado a la mayor brevedad y a todos los países miembros y sus organismos vinculados de cuantas cabezas de alfiler cuenta en la actualidad y lo más importante, de cuantos Big Bang dispone. Demandas, que de no ser cumplidas en todos sus términos, implicaran la negación de facto y automática de dicha entidad. Cualquier acción futura promovida por este ser será considerada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como un acto de terrorismo."
Así que yo me quedo con mis meteoritos engalletados, que me alimentan el cuerpo y el alma a partes iguales. A estos es muy fácil entenderlos y su existencia queda explicada en 4 sencillos pasos. Es un invento de los de kelloggs pero a mí plín. Yo los he hecho con mis corn flakes favoritos que son de marca blanca, más baratos y mil veces más deliciosos -o casi-. En la receta original, los hacen con crunchy nut, pero créeme que no hace falta. Con unos corn flakes normales, están geniales y ya sabes que casi siempre, en la cocina, la genialidad se esconde en lo sencillo así que no te compliques mucho. Lo que si he hecho, ha sido hacer dos hornadas, una mezclando los corn flakes con pasas y otra con muesli de chocolate (por aquello de los que no soportan las pasas). En ambos casos, sensacionales.


18-20 galletas (receta encontrada aquí)

Ingredientes:
  • 110gr. de mantequilla blanda 
  • 120gr. azúcar
  • vainilla
  • 1/4 cup de leche 
  • 250gr. de harina
  • 1cdta. de polvos de hornear
  • 2-3 cdas. de sultanas (a tu gusto)
  • 50-80gr. corn flakes 

Variante:
  • sustituir las sultanas por 40-50gr. de muesli de chocolate

Preparación:
  1. Precalentar el horno a 180°C. 
  2. Hacer una crema con la mantequilla reblandecida, el azúcar y la vainilla (es mejor con procesadora o varillas eléctricas). Añadir la leche, la harina y los polvos de hornear.
  3. En una bandeja de horno protegida con papel de hornear, ve colocando las "rocas". Para ello, usa una cuchara, la rellenas y la depositas tal cual en la bandeja.
  4. Hornea hasta que estén ligeramente doradas (más o menos 15minutos pero puede llegar a necesitar 20).

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