Sopa Kung fu Panda con gambas

El gran momentazo de la película animada Kung fu Panda -1ª parte- es cuando el Sr. Ping le descubre a su hijo que el ingrediente secreto de su sopa no existe. Se trata simplemente de una mentirijilla piadosa para darle más glamour a sus fideos, recurso éste, muy utilizado por los publicistas de cualquier tiempo, edad, condición y parlamento. Porque afirmar que uno es capaz de preparar la sopa de fideos más rica del mundo es una quimera tan imposible como pretender transformar el plomo en oro. Sopas de fideos las hay en todo el mundo. No hay bandera, continente y contenido que no tenga su propia variedad aunque desde luego en Asia intentar catalogar cada versión fideosa es como contar juanetes. ¡Imposible! cada caldo tiene su jugo y cada fideo su chispa. Sin contar con la bestialidad de co-ingredientes, especias, animalicos y otros recursos culinarios que se pueden encontrar haciendo bulto dentro de la susodicha.

No hace mucho, le preguntaba a una amiga china -compañera de cazuela en las jornadas de cocina internacional que organiza la oficina de integración de Leoben- dónde compra sus ingredientes y me dijo que con el paso del tiempo, había europeizado sus platos. Mantenía por supuesto, sus preparaciones, especias, etc. pero con las mismas viandas que comemos los de aquí. Me hizo gracia porque al fin y al cabo es lo que hemos hecho todas, adaptarnos a lo que hay y como premio, hemos enriquecido nuestro repertorio con nuevos platos salidos no solo de nuestras calenturientas mentes, sino de lo que el supermercado de turno es capaz de ofrecernos.

Así que, a la hora de hacer esta sopa, no he acudido a ninguna receta oriental. Por no comprar, no he comprado ni fideos chinos sino que estos son más austriacos que la madre que alumbró a mi costilla -al Günter-, es decir, 100% producto nacional. Las verduras, también, las que hay ahora de temporada y las gambas. ¡Ay esas! cierto es que son adoptadas porque de austriaquitas no tienen nada pero son unos especímenes que encontré de oferta y aún así me costaron un riñón y medio... pero ¡qué deliciosas!

Y ésto me lleva sin remedio al segundo gran momentazo en Kung fu Panda -esta vez en la 2ª parte- cuando Po, ese pedazo de oso panda con tendencia a la cría de michelines, descubre que es adoptado algo que, al igual que mis langostinos, no había que tener mucho desparpajo para caer en la cuenta. Y es que desde luego, tener un padre ganso que en lugar de gansadas hace sopas, es echarle fideos a la historia.


Ingredientes:
  • 200gr. de fideos largos
  • 200gr. de gambas o langostinos del lugar (nativas o adoptadas)
  • 1 zanahoria
  • 1/2 puerro grande
  • 2 tallos de apio
  • 1/2 col pequeña
  • 4 cebolletas pequeñas
  • 2 litros de caldo (yo he usado un caldo casero de pollo y verduras)
  • 1 cucharada de aceite de sésamo al 100%
  • 1 cucharada de aceite vegetal
  • 4 cucharadas de salsa china de pescado (o de ostras)
  • un poco de jengibre (solo para aromatizar)
  • salsa de soja al gusto de cada cuchara


Preparación:
En un wok -o cazuela en su defecto- salteas las gambas junto con el aceite de sésamo y el vegetal. Añade la salsa de ostras y saltea brevemente. Añade las verduras todas juntas y cortadas en juliana junto con el trozo de jengibre que retiraremos de la sopa una vez que vayamos a servirla. Añade los fideos y el caldo y deja que cueza hasta que estos estén tiernos. Añade salsa de soja a tu gusto y a comer.

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