Bollitos de queso con coco o Kokosbrötchen y Bienvenido Mr. Año
Despedir el año que acaba como se merece, no tiene mérito. Es una costumbre muy arraigada que se celebra en todo el mundo con mayor o menor entusiasmo; con música o petardos, con cava o champán con gritos de viva o cantando el himno nacional. El caso es que para despedirlo, tan solo debes dejarte llevar. Pero, ¡Ay ay, ayaiiii amigo mío! la cuestión es cómo recibes a tan importante compañero de viaje porque no basta con levantarse con buen pie. Hay que desayunar a lo grande. Qué hartos andan los especialistas en insistir que el desayuno es la comida más importante del día y ¿les hacemos caso? pues no.
Y en año nuevo, menos. Los más juerguistas en España, apuran la fiesta hasta que abren las churrerías y se toman su tradicional chocolate con porras o churros antes de regresar a casa y meterse en el sobre hasta la hora de comer o de cenar dependiendo del calibre de la borrachera. Los madrugadores y los niños, desayunan lo que pueden y en silencio no vayan a despertar a los trasnochadores. Pero ¿cuántos pueden decir que se sientan en la mesa, con un flamboyante desayuno cargadito de energía para que las promesas en la onda "de este año no pasa" no caigan en saco roto desde el primer día? Pues creo que solo los que pasan el fin de año en un hotel, que las ofertas suelen incluir cotillón de fin de año y desayuno buffet continental.
¡A la porra señores! ¡y a los churros! ¡y al croissant! que días en el año hay mucho pero oportunidad de recibirle como se merece solo hay una. Además, desayunar no implica madrugar, que siempre nos tenemos que poner en lo peor. Puedes levantarte a las tantas y darte un desayuno de reyes que no hay prisa, que como le dijo a mi hermano David un comerciante en Marruecos a la que intentaba regatearle unas lámparas: "amigo, tranquilo, que la prisa mata".
Así que te propongo que le demos una bienvenida a lo Mr. Marshall, un homenaje a ese amanecer en Villar del Campo, perdón, del Río donde tantas ilusiones y deseos se forjaron para que luego, la comitiva del Plan Marshall pasara de largo por su calle mayor, cual desayuno en año nuevo.
Americanos, vienen a España guapos y sanos,
¡Viva el tronío! de ese gran pueblo con poderío,
¡Ole Virginia! ¡Y Michigan! ¡Y viva Texas que no está mal!
Os recibimos americanos con alegría,
¡Olé mi mare! ¡Olé mi suegra! ¡y Olé mi tía!
Desayuno con vecinos...
Pues hala, que no se hable más y manos a la obra. Te propongo unas cuantas cosillas que puedes hacer si algo de tiempo puedes sacar, que por hacer unas magdalenas o unas galletas no te vas a perder las campanadas.
Desayunos para todos los gustos...
Si te vas a levantar tarde, puedes optar por hacerte un desayuno internacional. ¡Qué no! Olvídate del sándwich de jamón y queso, que no es eso. Mira, por ejemplo, en cuadernos de cocina oriental tienes un desayuno camboyano que quita hasta el hipo y además, tiene un remedio casero para esos días que uno se bebe hasta el agua de los floreros.
Kako, de En Guete!!! te propone un desayuno típico del sur de Chile con almejas y salmón, marisquito rico y fresco, qué más se puede pedir.
En donde Noema, he dado con el clásico desayuno bávaro. ¡Delicioso! Marona, de el tiempo de la marmota, directamente tiene una sección de desayunos delirantes para todos los gustos y casi de todos los colores. ¡La bomba! Y para índices, este blog que solo se dedica a eso: a ofrecerte desayunos saludables.
Yo lo tengo clarísimo. Este año vamos a desayunar como está manda'o. He cocinado unos super bollitos triple energía: para que no flaqueen las fuerzas y tengamos pilas de sobra, nos traiga lo que nos traiga el año. Que los obstáculos no nos pillen flojos y debiluchos y estos bollos son de lo mejor para estar fuerte como un toro.
Pero antes de entrar a decirte como hacer estos bollitos, te aconsejo que eches un vistazo a la receta de los scones, son rápidos de hacer y muy apropiados para un desayuno especial. Y una receta muy especial para mi, además de rápida y sencilla: la torilla dulce , un homenaje a la cocina de mi mami, que aunque todos los hijos pensamos lo mismo, te aseguro que ella tenía duende para la cocina.
Ingredientes:
- 400 gr. de harina de trigo
- 100 gr. de fécula de patata ( o Maicena)
- 1 paquete de levadura panadera
- 250gr. de Topfen, requesón, ricotta o cualquier otro queso tipo quark
- 70 gr. de azúcar
- 1 huevo
- ralladura de limón
- 50gr. de mantequilla en pomada
- 120 ml. de leche templada ( o algo más dependiendo de las harinas)
- 100 gr. de coco rallado
- 100 gr. de pasas o cranberries
- 50gr. de mantequilla a la hora de plegar la masa
- un poquito de la mantequilla sobrante y 1 cda. de miel para pincelar
- Algo ce coco rallado para poner por encima
Preparación:
- Mezcla todos los ingredientes secos en un bol. Añade el resto menos el coco y los cranberries que los dejaremos para el final. Amasa en el propio bol unos minutos con ayuda de unas varillas eléctricas. Deja reposar la masa una hora.
- Extiende la masa en la encimera y añade el coco y cranberries. Deja que leve otra hora más.
- Extiende de nuevo la masa en la encimera (enharina si lo necesita la masa) y pincela con una capa muy finita de mantequilla muy blanda. Pliega la masa en 4.
- Corta la masa en porciones de unos 100-110gr. y forma las bolitas que colocaras sobre la placa de horno con papel de hornear. Pincela con una mezcla de miel y la mantequilla sobrante derretida. Pon un poquito de coco rallado por encima. Deja que leve unos 20-30 minutos más.
- Calienta el horno a 190ºC (180º si es de aire) y hornea hasta que cojan un bonito color dorado.
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